Mis primos del sur no se hablan con los del norte. Los del sur son de Kast y los del norte de Parisi. Mis sobrinas santiaguinas ABC1 eran casi todas de Boric, aunque algunas se pasaron a votar nulo. Los hermanos de esas sobrinas mías se pasaron de Sichel a Kast y por eso dejaron de carretear con ellas, pese a que mueren por sus estupendas amigas, que sí se han mantenido fieles a Boric.
Mi tía Frida me cuenta que la sacaron del chat de compañeras de colegio porque dijo que votaría Kast. “Prefiero volver a dormir mal por las deudas que por tener que cuidar el almacén, que han tratado de saquear seis veces”, les dijo, y la expulsaron igual.
A mi ahijada le quitaron el saludo en su propia casa porque confesó que votaría Boric. “Todes mis compañeres (sic) de universidad votan Boric. Sé que el voto es secreto pero en el patio es obligatorio decir por quién se vota y a mí no me gusta mentir, así que votaré por Boric... o me quedo sin amigues”, escribió en el chat familiar. Le dejaron el visto papás y hermanos.
Mi mejor amigo está durmiendo en el sofá desde que se atrevió a confesarle a su señora que votaría por Kast. “No sé si podré perdonarte si lo haces”, le dijo ella. En su hogar, como en el mío, los hombres siempre tenemos la última palabra: “A su orden, mi amor”. Pero en este caso mi amigo se armó de valor y le dijo al amor de su vida que por esta vez no le haría caso y que votaría por Kast. Después de varias horas de discusión ruda, ella exploró las habilidades blandas: “Hazlo por mí, gordo, vota por Boric y volveremos a estar tan felices como antes”, le dijo. Pero el guatón, mi amigo, no se descarriló y le respondió en la misma frecuencia: “Flaca, voto Kast por los dos, porque quiero vivir el resto de mi vida contigo; una mejor vida juntos”.
A mi amigo le faltó leer un poco más de poesía en el colegio (yo le soplaba en las pruebas de castellano), entonces la frase le salió medio cursi, pero estoy seguro de que la idea se entendió. Igual lleva dos semanas durmiendo en el sofá y lo único que quiere es que llegue rápido la noche del domingo para que haya un resultado claro y tengamos a Boric o a Kast como Presidente electo.
Es que ya no damos más. ¿No sienten que el país se convirtió en un rompecabezas? Los del norte, los del sur, las mujeres, los hombres, los jóvenes, los viejos, los de izquierda, los de derecha, los santiaguinos, los de regiones, los creyentes, los ateos, los huasos, los urbanos, los choros, los tímidos, los originarios, los colonos, los de arriba, los del fondo. Un puzle de millones de piezas, todas revueltas sobre la mesa, enfrentadas unas con otras, sin que calce ninguna.
Sí, somos distintos. ¿Cómo lo hacemos entonces para vivir todos juntos siendo tan diferentes? Si cada uno de nosotros sale a partir de mañana a re-ensamblarse aunque sea con las piezas que tiene a su alrededor estaremos haciendo nuestra parte de la pega.
Y ojalá que el Presidente que elijamos hoy entienda que si hay un pasado que nos divide estamos obligados a diseñar un futuro que nos una. Ojalá que el Presidente nuevo ayude a eso y no venga a patear el tablero y haga saltar de nuevo las piezas por los aires.
Porque, además, se me parte el corazón pensar en el gordo durmiendo en el sofá.