A dos semanas de que elijamos al próximo Presidente de la República, el escenario y la configuración del Congreso Nacional establecen grandes dificultades para aplicar sus respectivos programas de gobierno; lo anterior obligará al próximo Presidente de la República a abrirse a una política de acuerdos con las fuerzas que están más allá de las propias. Para entender esta situación les voy a describir, estimados lectores, en detalle cómo quedó configurado el Parlamento para el próximo Presidente de la República, sea este Gabriel Boric, por el cual votaré el 19 de diciembre, o José Antonio Kast.
La derecha logró un gran triunfo en el Senado: por primera vez desde 1990 y descartando el subsidio que tuvo con los senadores designados hasta el 2006, por primera vez, logra empatar la integración en la Cámara Alta. Es así que obtiene 25 senadores entre los recientemente elegidos y los que les restan cuatro años de legislatura, 24 de estos provienen de Renovación Nacional, la UDI y Evópoli y 1 del Partido Republicano. La lista Apruebo Dignidad logra 5 senadores: 1 del Frente Amplio, 2 del Federación Regionalista Verde Social y 2 del Partido Comunista. Finalmente, la centroizquierda obtiene 18 senadores: 7 del Partido Socialista, 6 del Partido por la Democracia y 5 de la Democracia Cristiana, a lo anterior se suman 2 senadores independientes: el diputado Karim Bianchi, elegido el 2017 en la lista del Partido Radical, y el símbolo de la represión del estallido, la senadora Fabiola Campillay. Lo más probable, casi seguro, que estos dos senadores independientes se integren al bloque de izquierda y centroizquierda. Resultado final: empate en la Cámara Alta.
En la Cámara de Diputados se produce otra realidad. La derecha, con el 35,87% de los votos, obtiene 68 diputados, desglosados en 25 de Renovación Nacional, 23 de la UDI, 4 de Evópoli, 1 del PRI, 1 del Partido Conservador Cristiano y 14 republicanos.
El bloque Apruebo Dignidad obtiene el 20,34% de los votos; elige 37 diputados, desglosados en: 8 de Revolución Democrática, 9 de Convergencia Social, 6 de Comunes, 2 del Federación Regionalista Verde Social y 12 del Partido Comunista.
El bloque Nuevo Pacto Social obtiene 17,7% de los votos; elige 37 diputados, que se desglosan en: 13 socialistas, 8 DC, 7 PPD, 4 liberales, 4 radicales y 1 Ciudadanos. El bloque Dignidad Ahora, que obtiene el 10% de los votos, elige 5 diputados, desglosados en: 2 ecologistas verdes y 3 humanistas.
Se completa la nómina de diputados elegidos con 6 parlamentarios del Partido de la Gente, 1 del denominado Centro Unido y 1 independiente, que es el actual senador Carlos Bianchi, que fue elegido como diputado para el próximo período. Ni Boric ni Kast tienen mayoría en la Cámara de Diputados.
Algunos analistas y comentaristas han sostenido que la correlación de fuerzas demostrada más arriba genera tranquilidad en el futuro, dado que ningún candidato presidencial podrá aplicar en su integridad el programa que lo condujo a La Moneda. Lo anterior es correcto como apreciación de moderación, pero a la vez es peligroso porque puede transformarse en un empate catastrófico que le impida gobernar al próximo Presidente de la República. Lo anterior es aún más difícil para el candidato de derecha, considerando que su fuerza propia, aun sumando a los 6 diputados del Partido de la Gente y al solitario representante del Centro Unido, no le alcanza para lograr la mayoría en la Cámara de Diputados. Por el contrario, si el presidente es Boric, se le abre una oportunidad de gobernabilidad solo en la medida en que llegue a acuerdos programáticos con la centroizquierda y la lista Dignidad Ahora, representada esta última por 5 diputados; lo anterior permitiría tener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Para viabilizar este escenario es interesante analizar la experiencia portuguesa, donde un gobierno de centroizquierda logró un pacto de gobernabilidad con la izquierda en el Parlamento. Aquí sería al revés, pero podría dar resultado.