¿Puede un ciudadano ser candidato a la presidencia sin tener residencia en el territorio nacional? Puede y es lo que sucede con Franco Parisi en las elecciones del próximo domingo.
¿Puede un árbitro internacional no cobrar un penal como el que cometió Jeyson Rojas contra Fritz? Puede y es lo que hizo Roberto Tobar el domingo en La Granja en favor de Colo Colo.
Ni Parisi ni Tobar deben hacer lo que hicieron (y que el político sigue haciendo), pero pueden hacerlo. ¿Por qué? El árbitro porque tiene un gran prestigio, el político porque no tiene ninguno.
En el campeonato todo parece indicar que también habrá balotaje, es decir un partido extra de definición entre los ganadores de las dos ruedas, que deberían ser Universidad Católica y Colo Colo, ahora empatados en el primer lugar después del regalo de Tobar y apenas a dos fechas del final.
¿Sabe qué es lo que más preocupa de esta estrecha llegada? Lo de siempre: el papel que pueden hacer nuestros representantes en las Copas internacionales.
Lo de Colo Colo es imperdonable. A La Granja llegó con dos puntos de ventaja sobre su escolta. Por mucho que llore Quinteros, los problemas de covid y las supuestas maquinaciones contra el club, lo cierto es que el Cacique no dependía de un tercero para mantener esa ventaja y sostenerla hasta el último partido. Pero le faltaron fútbol y clase. Y eso puede significar que la próxima Libertadores la celebrará con el título de 1991,un festejo que ya es majadero.
Y ojo, que, de obtener el título, se lo debería también a un tercero impensado: el uruguayo Gustavo Poyet, que sólo produjo odiosidades y división en el plantel de Universidad Católica y la hizo perder el tranco firme que la acercaba al tetra. Se fue el técnico argentino y los cruzados en adelante lo ganaron todo, incluyendo el triunfo sobre la Serena en La Portada el domingo, con el covid al hombro.
Pero —siempre hay un pero—, todos sabemos que el brillante plantel del tricampeonato no luce afuera lo que luce en el torneo local. Así es que garantía de buen papel internacional, lo que se llama una garantía, no tenemos ninguna.
Como sea, para el próximo fin de semana tendremos entretención garantizada con el duelo político. Son las elecciones más importantes de nuestra historia democrática nos dicen y es cierto. Hasta podría dejar de ser democrático el país, nos dicen también, y debemos ir todos a votar, no sé si para evitarlo o para conseguirlo.
Y el lunes siguiente lo estaremos comentando.