El sugerente título de esta película no tiene ninguna conexión con Sueño de una noche de verano de Shakespeare, excepto la idea de una temporada donde se revelan los secretos inconfesables. En esta historia no se trata de los secretos eróticos, sino de los familiares, un motivo recurrente en el cine coreano contemporáneo.
Byeonggi Lee (Yang Heung-yu) llega a la casa de su anciano padre con sus dos hijos, la adolescente Okju (Choi Jung-un) y el niño Dongju (Park Seung-jun). Vienen a pasar las vacaciones y a acompañar al abuelo, viejo, viudo y solitario, en una gran casa de dos pisos. Hay bastantes indicios de que en realidad se están mudando, porque Byeonggi no logra salir de los aprietos económicos.
Poco después llega también la hermana de Byeonggi, Mijeong (Park Hyun-jung), que también quiere acompañar al veterano y se instala por un tiempo indefinido; luego sabremos que en verdad quiere divorciarse de un marido que la maltrata. La calurosa temporada veraniega les da a todos un buen pretexto.
Como la salud del abuelo es frágil, Mijeong propone llevarlo a una residencia de ancianos. Es obvio que Byeonggi, que malvive con la venta de zapatillas falsificadas, quiere quedarse con la casa. Pero Mijeong le advierte que ella tiene su parte: prefiere venderla. No hay conflicto abierto entre los dos; apenas unas veladas referencias a quién se ha aprovechado más del viejo.
Los niños son los testigos de estas tensiones soterradas, aunque tienen sus propios problemas: su madre los ha dejado, al padre no lo acompaña la inteligencia y el abuelo les suscita un cariño sin comunicación. El centro y el protagonismo de la película lo tiene la niña Okju, que avanza hacia la madurez instalándose, sin desearlo, como la conciencia moral de la familia. La pregunta fundamental de Okju, que la formula a un proyecto de novio, es cómo son las familias. ¿Qué son: lazos de protección o tejido de decepciones?
La familia de Byeonggi está muy lejos del tipo de ocupantes vengativos de Parásitos. Pero él mismo es un poco parasitario, lo que, junto con los signos de traición e incuria hacia el abuelo, va construyendo el desconsolado juicio de Okju.
La debutante Yoon Dan-bi filma con talento. Sus encuadres tienen un gran sentido plástico y su forma narrativa sigue un ritmo casi musical; a veces parece especialmente inspirada, como el momento en que Okju contempla al abuelo escuchando una vieja canción de amor. Quizá el relato de Hermanos en una noche de verano abuse de los incidentes domésticos y la dirección de actores deje un poco que desear, pero el conjunto sugiere que en Yoon Dan-bi hay una gran cineasta en ciernes. Una autora que comienza con una bella película siempre merece especial atención.
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Dirección: Yoon Dan-bi.
Con: Choi Jung-un, Park Seung-jun, Yang Heung-yu, Park Hyun-jung. 104 minutos.
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