El Mercurio.com - Blogs : El caso Parisi
Editorial
Lunes 27 de septiembre de 2021
El caso Parisi
Ninguna legislación podría anticipar todas las situaciones cuestionables que puedan involucrar a un candidato.
Un complejo escenario enfrenta el candidato Franco Parisi, luego de que un reportaje de Canal 13 develara que se encuentra bajo orden de arraigo, dictada en el marco de un millonario juicio por supuestas deudas de alimentos. El postulante del Partido de la Gente, quien también enfrenta acciones judiciales en contra de su inmobiliaria, reside en Estados Unidos y no es claro si volverá al país durante la campaña. En estos días, además, otro reportaje periodístico mostró que Parisi no figura actualmente como académico en los registros de la Universidad de Alabama, pese a que su LinkedIn así lo sugería.
El caso ha abierto diversos debates. Incluso, a propósito de él, algunas voces han planteado establecer nuevos mecanismos para asegurar la idoneidad ética de quienes postulan a la Presidencia de la República. Se trata, sin embargo, de un planteamiento de alcances complejos. Si la idea de, por ejemplo, entregar a algún órgano la facultad de evaluar desde un punto de vista ético las candidaturas daría pie a abusos impropios de una democracia, pretender multiplicar al extremo las actuales causales de inhabilidad podría terminar siendo un ejercicio inútil, pues ninguna legislación podría anticipar todas las situaciones cuestionables que puedan involucrar a un candidato. Por cierto, cabe debatir si las exigencias que hoy se establecen son las adecuadas o si cabría revisarlas o agregar otras, pero, en definitiva, lo propio de una democracia es que, cumplidos ciertos requisitos básicos, sea la ciudadanía la que resuelva respecto de las capacidades de un postulante y de los estándares a exigirle.
Sin embargo, el caso de Parisi abre además otras interrogantes, a propósito de su ausencia del territorio nacional. La pregunta de si es posible ser candidato presidencial sin estar en el país, insólita como parece, se ha vuelto del todo pertinente. El punto tiene alcances tan prácticos como la factibilidad de abrir una cuenta electoral para recibir los aportes de campaña, pero no se agota allí. La experiencia de los distintos comicios efectuados en el último año ha mostrado que en muchos casos las nuevas tecnologías pueden sustituir y superar las antiguas prácticas proselitistas. De hecho, es teóricamente factible que un candidato pueda tener buenos resultados prescindiendo de los tradicionales puerta a puerta y del trabajo en terreno, para privilegiar el uso estratégico de las redes sociales. Cabe, sin embargo, preguntarse si fórmulas de ese tipo, basadas en el desarraigo, contribuyen a la salud de una democracia o, al contrario, pueden dar pie a nuevas y sofisticadas modalidades de manipulación.
Si el discurso de Parisi, sustentado en la crítica a la política, la denuncia de supuestas persecuciones y la formulación de propuestas facilistas, no parece novedoso, cabe admitir que las particulares circunstancias que marcan su postulación plantean un desafío inédito a la madurez del electorado y de nuestra democracia.