Señor Director:

“República” es lo opuesto a monarquía, y es por eso que todas nuestras constituciones se han llamado “Constitución Política de la República de Chile”, dejando atrás el tiempo en que fuimos colonia de la monarquía española.

Pero “república” significa también Estado y, más ampliamente, sociedad en la que se gobierna para el bien colectivo o común y no para satisfacer intereses de los gobernantes ni de ningún grupo o parte de la sociedad. En este segundo sentido, una república exige gobernantes y ciudadanos virtuosos, lo cual, sin llegar nunca a ser una completa realidad, constituye, sin embargo, un objetivo o ideal loable y necesario.

Lo mismo que pasa con la democracia, Chile tiene un déficit republicano, y el propósito de la nueva Constitución debe ser superar ese doble déficit, pero no prescindir del ideal republicano y menos aún de la democracia.

Olvidarnos de la república sería tanto como olvidarnos del bien común.

Agustín Squella