Por fin pudo Galería Artespacio inaugurar su más reciente concurso anual, selección entre 180 desconocidos participantes menores de 30 años. El conjunto ofrece un buen nivel general de calidad, probablemente algo inferior al de años anteriores —hoy con más altos y bajos—. Más allá de los premios asignados, subrayemos las obras que nos parecen más dignas de atención. Desde luego, la instalación impecable de Nicolás Cox. Constituye el registro de una poética acción de arte no exenta de una ironía sutil. Se compone de tres partes muy bien ensambladas. En el muro, una fluida serie de fotografías excelentes en blanco y negro, con el autor a pleno campo y en pleno proceso de cavar el hoyo, donde enterrará simbólicamente a esa temática tan propia de la pintura nacional, el paisaje. Para finalizar, el cubrimiento con la misma tierra y la losa conmemorativa. Al lado, un breve texto explicativo enmarcado. Como feliz coronación, sobre el suelo, la propia lápida de mármol completa el armonioso conjunto. Hálito poético, sencillez expresiva, equilibrio formal caracterizan este promisorio trabajo.
Agreguemos a la obra conceptual descrita, un aporte por entero diferente. Se trata de Ofrenda, un unitario tríptico de Eduardo Filún. Aquí se integran estrechamente bordados y costuras, menudo ramaje seco envuelto por hebras de lana, manuscrito ecológico. Capital contribución a la hermosura de este aporte resulta el acorde feliz de ocre claro, rojo vivaz y toques de blanco. Entretanto, no puede ser más oportuno el homenaje de Francisca Chacón a la célebre pareja búlgaro gala del land art, Christo y Jeanne Claude. En cuanto a esta fotografía multicolor, con humor agudo retrata la chilena un rincón urbano típico de clase media nuestra. Allí, la copa invernal de un árbol ciudadano se halla oculta al modo, por ejemplo, del majestuoso Parlamento de Berlín. Por su parte, Bárbara Valdovinos entrega una especial escultura mural. Si bien no constituye una imagen novedosa, es sorprendente el efecto táctil de suntuosa piel animal que provoca, a partir de flores de cardo aglomeradas.
Como Nicolás Cox, otras dos artistas parten de acciones de arte. De esa manera, Josefina Bardo la representa mediante un video con el proceso de acarreo de un pesado bloque de hormigón de solera, arrastrado mediante un par de tirantes textiles. Más que la persona operante es la expresividad dinámica de su sombra el centro de la acción; el propio sillar callejero y sus huinchas completan la obra. En cambio, el intermediario principal de Paula Carmona son fotografías sin color de la parsimoniosa agitación acuática, provocada por una tranquila protagonista. La condición contemplativa de este trabajo en cinco tiempos contrasta, pues, con el esfuerzo violento que muestra su colega anterior. Respecto a Florencia Aspée, su intervenido traspaso fotográfico en blanco y negros poderosos logra exhalar esencias vegetales.
Residente en Berlín, Paula Anguita ha desarrollado una nueva técnica que amplía las márgenes habituales de la fotografía. Sus resultados, a partir de viejas instantáneas sin color, nos los entrega ahora en la céntrica Galería Gabriela Mistral. Mayoritariamente buscan mostrar al espectador una doble visión no simultánea, capaz de unificar el ayer y el hoy, con las variaciones que eso permite, de un mismo personaje, de un mismo panorama urbano. Claro que ello exige, frente a cada realización, el esfuerzo de quien mira puesto que obliga al uso del flash fotográfico. A la larga, esa exigencia puede tornarse tediosa, ya que la imagen incógnita revelada suele no sobrepasar el ámbito de lo convencional: cambios de posición de cuerpos y rostros, figuras humanas tras un cielo nuboso, devastaciones militares más allá de plácidos lugares, la ruina de la casa soñada. No obstante, dentro de este grupo emerge la obra más significativa de la exhibición: NO+, homenaje a la gran artista que fue Lotty Rosenfeld y un registro de particular potencia visual.
Otro sector cuenta con cajas de luz que se limitan a dificultar la visión mediante deformaciones de orden luminoso y de la posición del observador. En general, si antes siempre reconocimos el talento de Paula Anguita, debemos reconocer que hoy, en general, ella nos decepciona: dentro de lo ahora expuesto impera, ampliamente, lo novedoso e inesperado del sistema por sobre sus atributos estéticos.
Concurso Arte Joven 2021
Positivo conjunto de desconocidos artistas menores de 30 años
Lugar: Galería Artespacio
Fecha: hasta fines de agosto
Des/Aparecer
La más novedosa técnica fotográfica en manos de Paula Anguita
Lugar: Galería Gabriela Mistral
Fecha: hasta el 5 de septiembre