Todo es nuevo. Nada escapa a la novedad. Es nuevo que un independiente sea el candidato presidencial de la derecha y es nuevo que su contrincante de izquierda tenga apenas 35 años. También es nuevo que unos Juegos Olímpicos se realicen sin público en las tribunas. También lo es que una federación, la italiana en este caso, prohíba el color verde en las camisetas de sus clubes. Notables novedades.
En realidad, no es todo. Hay cosas que son de estos días, pero no son nuevas. Por ejemplo, ya es antiguo que se anuncie la construcción de un estadio de la U, y que se diga que éste es deseado por su hinchada, que en la realidad despliega (desplegaba) lienzos con la lectura “El estadio no importa”. Tampoco es nuevo que se vuelva a discutir sobre la mano-penal, pues se discute cada cierto tiempo desde que existe el reglamento del fútbol y, sin embargo, sigue siendo determinante el criterio del árbitro.
Hay, también, asuntos que se anuncian, como los cambios reglamentarios que la prensa destacó ampliamente en la última semana y que la FIFA ha desmentido. En todo caso, las anunciadas modificaciones alcanzaron a recibir felicitaciones y ácidas críticas. ¿Qué se anunciaba? Duración de los partidos de 2 tiempos de 30 minutos “efectivos” de juego (que es lo que se juega normalmente en el mundo). Cinco cambios permitidos en cada encuentro. Hay otros, aunque el único que tenía sentido es el de efectuar los saques laterales con el pie: nunca se ha entendido porqué la reanudación del juego debe realizarse con las manos en un deporte que se juega con los pies y sólo el arquero está autorizado a usarlas y sólo dentro del área.
Y hay cosas que no cambian nunca. Por ejemplo, que nuestros clubes hagan malos negocios. El último ha sido el de BYN con Nicolás Blandi, cuyo pase costó un millón doscientos mil dólares y al cabo de un año y medio y dos goles se deshace de él a cambio de pagarle el sueldo hasta fin de año (medio millón más) y el 30% de una futura venta. Notable.
También hay aquellas que están cambiando. La más importante: la reanudación de las competencias juveniles, detenidas casi por dos años a causa de la pandemia. La peste fue superada por el fútbol femenino, pero no por el juvenil masculino. Ojalá no suceda lo que han vaticinado algunos técnicos, como sería la pérdida de una generación de futbolistas.
Y una que queremos que cambie, como es el estado de salud de Carlos Chandía, el notable árbitro chileno, hoy alcalde de Coihueco, gravemente herido en un accidente automovilístico. Todos lo sentimos y apoyamos su mejoría.