Antes la mayonesa se preparaba con huevo y aceite, se compraba en el supermercado empujando un carro y la tabla de Mendeleiev tenía 60 elementos. Y cuando todo parecía inventado —nunca en Chile—, la NotMayo chilena, una App “made in Chile” y un hidrógeno, que parecía no estar en la tabla periódica y en cuya producción Chile tiene una ventaja geográfica notable, se sacudieron los conocimientos y costumbres clásicas.
La ecuación “hambre + despensa vacía = X” se solucionaba con abstinencia o con: “salir a comprar comida + cocinar = hot dog”. Pero hasta hace pocos meses y pese a la pandemia Chile iba camino a: [Productos Not + Comercio electrónico + H2 verde] + Propiedad Intelectual + Leyes claras = hot dog - CO2 = Progreso.
La chilena NotCo creó NotMayo, que parece mayonesa, aunque es fabricada sin huevo ni aceite, sino con ingredientes vegetales sumados a la genialidad y propiedad intelectual de un grupo de investigadores. Además, se logra emitiendo menos CO2 y, de pasada, con menos colesterol.
Sin ir al supermercado, el consumidor pide NotMayo con un clic a través de CornerShop, plataforma de comercio electrónico chilena, vendida a Uber. Un shopper ejecuta la compra y la transporta sin ruido. ¿Drones o naves tipo Branson? Todavía no, pero sí vehículos con motores eléctricos sin ruido ni CO2.
La energía de ese vehículo se obtiene aún con métodos tradicionales, incluso, con la quema de carbón. Sin embargo, con la modificación de la matriz energética, Chile se acerca a producir H2 verde, que es el mismo de Mendeleiev, pero obtenido de manera limpia usando energía solar o eólica para separar el agua (H2O) en H2 (hidrógeno) y O (oxígeno), dejando residualmente vapor y no CO2. Varios gigantes internacionales han anunciado su intención de invertir sumas inmensas de dinero para producirlo. Si se logra que parte importante de ellas se dirija a Chile, podríamos estar ante el equivalente de lo que fue el salitre durante el siglo XIX y el cobre en los siglos XX y XXI para nuestro país.
Los productos Not, la app CornerShop y los métodos y procesos para producir H2 verde, se componen de esfuerzo e ingenio humano traducidos en secretos industriales, algoritmos, diseños, patentes, marcas comerciales, entre otros. Se podrían haber creado en cualquier lugar del mundo, siempre que —como ocurría en Chile hasta hace un par de años— exista un ordenamiento jurídico claro y de largo plazo, un Estado de Derecho que se respeta y que sus creadores tengan garantías constitucionales y legales y un ambiente favorable a la creación y al derecho de ser dueño de lo creado.
Hoy, en tiempos de confusión y desorden institucional, Chile puede resolver la ecuación mencionada más arriba de dos maneras. Una es perseverar en el romanticismo utópico, donde la consigna política se impone al conocimiento y el esfuerzo personal, en que la propiedad privada es un derecho secundario. Y mientras otros llegan al espacio en cohetes privados, Chile retrocederá del comercio electrónico al carro de supermercado poco abastecido.
Otro camino sería que los constituyentes se asesoren con gente competente para tener una nueva Constitución que consagre derechos personales y reales, donde el derecho de propiedad sobre muebles, inmuebles y la propiedad intelectual sea claro, sin ambigüedades y perpetuo o de muy largo plazo, lejos del manotazo del gobernante de turno y del nuevo impuesto por venir.
Así, Chile podrá profundizar en la ecuación: [Productos Not + Comercio electrónico + H2 verde] + Propiedad Intelectual + Leyes claras = hot dog - CO2 = Progreso, y tal vez nazcan otras iniciativas como Not, CornerShop y H2 verde “made in Chile”. De lo contrario, esas ideas una vez más nacerán fuera de nuestras fronteras, posiblemente de cerebros chilenos que irán a engrosar las diásporas latinoamericanas de Miami y de otras ciudades libres, limitándonos los que nos quedamos a añorar los tiempos en que Chile estuvo “tan cerca de las puertas del desarrollo”.
Cristóbal Porzio