Estuvimos por poder, porque se podía, aunque finalmente no se pudo, pero tuvimos a Brasil, podríamos haber podido y por supuesto que pudimos, porque durante varios momentos rozamos el poder poder: tiro en el palo de B.B. (Ben Brereton), remate potente de Jean Meneses, oportunidades de Eduardo Vargas.
¿4-3-3 o 4-4-2 o 4-5-1? Dejemos las cifras en manos de los cabalistas que buscan la llave oculta que descifra el universo del fútbol, algo que nunca lograrán, porque carece de cerradura y está abierto a cuantas interpretaciones existen o existirán. Al relato serio y al embuste brillante, al trabajo constante y también a la flojera sistemática, estudiosos totales, pícaros intuitivos y es un mundo sin límites donde todos entramos: lazarillos, nobles y ganapanes; licenciados, caballeros e hidalgos; clérigos y juglares.
Bajo la eterna lluvia de los conceptos, donde llegar es mejor que estar ¿o no?, ¿o será que estar es mejor que llegar? Parece que me confundí, pero no es mi culpa, mi bendita culpa, solo es que son tantos los conceptos divinos que se manejan en el análisis mundano y humano, que si Eva, si la manzana, si Adán, que si el conocimiento y partamos con el manzano: ¿quién lo plantó y a quién le pertenece? El fútbol es complicado desde la génesis.
Quedó claro que de poder a poder, podíamos con Brasil, y pudimos haber podido, pero si no se pudo no fue por no poder, dejémoslo claro con todas sus letras: podríamos haber podido, pudimos poder y yo habría podido, tú, él, nosotros y al final fueron ellos los que pudieron.
Sigamos con el análisis de lo que hay que analizar.
Analicemos.
Tírate el primer centro o análisis, se trata de fútbol, son preguntas sin respuestas.
¿El 10 en el fútbol: no se utiliza o ya no se forman jugadores así?
¿Ben Brereton, es paquete o encomienda: decídase?
¿Debió jugar Alexis Sánchez, a media máquina y a media luz?
Seamos más específicos: ¿Brereton, es ropero o jarrón?
¿Puede ser ratón, a la hora de plantear el juego, un entrenador apodado “Machete”?
¿Nos clasificaremos para el Mundial y le dará el gas y el aceite a la generación dorada?
Volvamos a lo que pasó en el último partido, porque justo cuando la selección había empezado a poder jugar y poder ganar, vino el gol del rival. Brasil 1 y Chile 0. En fin.
En eso estábamos, en que hubiéramos podido. En el pasado del pasado. En un momento mágico e inexistente. En un instante preciso, en la llamarada de cuando se pudo, pero después ya no.
Hayan podido, habrían podido y hubieran podido, porque de poder claro que se pudo, aunque después no se pudo, pero eso no quiere decir que no se podrá.
La conclusión del análisis profundo deja en claro que ante Brasil no se pudo, mañana podría poderse y el futuro está escrito: podemos seguir pudiendo.