Señor Director:

Hace algunas semanas, el libro fue decretado como bien esencial en nuestro país, algo que fue transversalmente celebrado, dada la importancia que ha tenido ahora (y siempre) la lectura y la cultura durante esta pandemia.

Hasta el cansancio hemos hecho énfasis en los beneficios de poder acceder a la lectura en estos tiempos complejos, pero también hemos luchado con mucha fuerza y energía por salvar (sí, salvar, aunque suene trágico) las librerías que a lo largo del país hacen posible que los libros puedan conectarse con sus lectoras y lectores.

Escribo esta carta con preocupación, ya que pese al estatus de esenciales, las librerías no hemos logrado la autorización oficial para atender público en cuarentena (como sí lo hacen otros rubros también esenciales), y a pesar de reiteradas consultas realizadas desde Linc (Librerías Interdependientes de Chile) no se nos ha dado una explicación clara respecto de esta diferencia, situación que nos ha perjudicado enormemente.

Mediante esta carta solicitamos a las autoridades que se nos permita, tal como lo hacen otros rubros esenciales, atender a público independiente de la fase en que nos encontremos (siempre respetando las normas sanitarias), y así poder seguir difundiendo cultura y protegiendo, además, el ecosistema del libro.

Fabio I. Costa Caimi; Helia Castillo;
Karima Maluk; Carmen Gloria Amo;
Juan Carlos Reyes; Alejandro Gainza;
Vladimiro Mimica