Después de meses guardada esperando el momento propicio para su estreno, “La torre de Mabel” vio la luz la tarde del debut de Chile contra Argentina, en la Copa América, el pasado lunes. No podía ser un momento mejor. La audiencia del partido, emitido por Canal 13, se empinó sobre los 25 puntos y la nueva comedia, programada inmediatamente después, logró un promedio de 14.
Ese primer capítulo partió con una escena delirante: Mabel Andrade (Paloma Moreno) y sus dos hijos pequeños se lanzan desde la ventana de su departamento, en el sexto piso de un rascacielos, mientras los bomberos los reciben abajo. La voz en off de Mabel explica qué los llevó a eso. El relato retrocede aún más y se ve cómo ella perdió su vida perfecta con un marido rico (Álvaro Espinoza), cómo pasó de una mansión a un ghetto vertical: fue a una despedida de soltera, tomó más de la cuenta y despertó desnuda junto a un vedetto. Alguien grabó todo eso y lo hizo viral, y el esposo no lo pudo superar.
El primer episodio fue un relato frenético, ansioso, con saltos en el tiempo y situaciones inverosímiles que no lograban explicarse del todo. Con el correr de los capítulos, los personajes han ido explicando sus motivos y mostrando más carne y sustancia. Pese a ello, el rating de la teleserie ha tenido una caída libre semejante a la de sus protagonistas en la primera escena. El cuarto capítulo, antenoche, promedió 4,6 puntos y en las redes sociales se comentaba que sería un nuevo “Río oscuro” y que su cambio de horario era cuestión de tiempo.
En teoría, “La torre de Mabel” lo tiene todo para ser una comedia atractiva, partiendo por un elenco con comediantes consagrados, como Coca Guazzini, Malucha Pinto y Luis Gnecco. También hay una villana de caricatura, Lala (Ignacia Baeza), graciosa y coherente en sus obsesiones y tics. Y un atractivo trío de amigas dueñas de un improvisado motel (Elisa Zulueta y Blanca Lewin, junto a la protagonista). Los momentos mejor logrados son los que se dan en la atestada torre, con sus ascensores súper poblados y un conserje agrandado y algo acosador (Jaime Omeñaca).
La teleserie ha ido incorporando en cada capítulo nuevos personajes secundarios —a cargo de Josefina Montané, Amaya Forch, Luis Uribe— y los protagónicos han ido develando sus caras ocultas. Pero la historia aún no logra cuajar como un todo ni lograr un ritmo envolvente. Eso no explica del todo su baja audiencia.
La razón podría estar en que el público que veía “De tú a tú”, programa de entrevistas a cargo de Martín Cárcamo cuyo lugar ocupó “La torre de Mabel”, es muy distinto al que ve telenovelas, el cual ya está comprometido con las historias turcas de TVN o “Demente”, de Mega.