Propósito de la terapia:

Debido a la sobrecarga mediática, tan extrema e intensa, se deben revisar y renovar sus dichos, citas y ejemplos. Es imprescindible una puesta al día.

Sujeto:

Sexo: Masculino. Edad: 72. Profesión: Médico. Cargo: Funcionario público.

Método:

Entrevistas, hipnosis, análisis de sueños.

Resultados:

Amortiguamos la presencia de la figura temible que origina el problema, y que el paciente no identificó, pese a los sedantes, pero es evidente que lo atemoriza e irrita.

Para escapar de la presión se refugió en el llamado paraíso perdido, por lo tanto, lo primero fue extraer al paciente del túnel del tiempo, y para eso le instalamos una batería de parches emocionales.

No existe el trato de “don” para Andrés Bello o Diego Portales, pero sí para don Recaredo Ossa y don Juan Antonio Guzmán, ambos presidentes de la Cámara de Producción y del Comercio, lo que explica el trato de don Juan Sutil. Reconoció la rara obsesión empresarial y prometió resolverla; sin embargo, igual se le instaló el parche.

Su fijación por el soneto y el verso endecasílabo es notoria —que en el futuro las reemplazaremos por otras rimas—, pero descartó las que tenía preparadas para futuras conferencias: un verso de Jorge Hübner Bezanilla y otro de Mercedes Marín del Solar.

Suprimimos, gracias a una seguidilla de parches comunicacionales, las referencias misceláneas buena onda, que es como denomina a programas como Los bochincheros y Cachureos, al distinguido profesor Wadim Prauss (como ejemplo positivo para el Colegio de Profesores), El Repórter Esso y Martini al instante (como ejemplo a seguir para la TV actual) y a Jorge Rencoret y Teleonce al despertar (como ejemplo señero para los matinales).

Borramos el recuerdo de Bianca, gracias a una cura de sueño, porque entendió lo anacrónico de utilizar personajes de Nino, las cosas de la vida, serie argentina en blanco y negro de hace medio siglo.

Quitamos estrofas dirigidas al Colegio Médico: “Pasan sin mirar, déjalos pasar”, que provenían, según su calificación, del cantar poético de Los Bric a Brac.

Anulamos, mediante parche doble, sus ganas de contar un sueño infantil, con el fin de eliminar las pelusas mala onda en el alma de Chile. Era un sueño con tres protagonistas: un niño, un delfín y una perrita llamada Lassie.

Descartamos canciones: “Pin Pon es un muñeco muy guapo y de cartón, que se lava las manitas con agua y con jabón”.

Arengas: “Cantemos la gloria del triunfo marcial”.

Intervenciones: “¡Ponte la vacuna, Perico!”.

Un par de citas famosas y apropiadas: “Lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él”. O bien: “La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones”.

Después una sucesión de parches culturales, entendió lo improcedente de mezclar a la Tía Pucherito con una frase de Florence Nightingale o a Segurito con otra de Madame Curie, y que también no hay equivalencia posible entre “Llamando a las puertas del cielo” de Bob Dylan con “Si vas para Chile”, según Los Huasos Quincheros.

Recomendaciones:

Vigilarlo de cerca.