Ya no está Alfredo Asfura actuando y nos quedamos sin voz en el planeta fútbol. Así, se rompió una tradición de presencia chilena en el mundo y, particularmente, en Sudamérica. Tuvimos presidentes de la Confederación Sudamericana (Luis Valenzuela Hermosilla, Carlos Dittborn) y una vicepresidencia de la FIFA (Juan Goñi). Asfura siguió, como funcionario, esa línea de contacto y presencia, la que le permitió advertir a los seleccionados y dirigentes chilenos que no abandonaran la cancha en esa tarde bochornosa de la bengala en el Maracaná. Pero la abandonaron, engañados por su arquero mentiroso.
Si hoy estuviera, seguramente habría advertido a los dirigentes actuales, tan inadvertidos, de lo que hoy afecta a nuestra selección nacional, que deberá viajar a la frontera norte de Argentina para enfrentar al local en la reanudación de las clasificatorias mundialistas sudamericanas. Vamos a Santiago del Estero, al muy nuevo Estadio Madre de Ciudades. Nos resultaba más cerca ir a Asunción o a Montevideo. Pero el partido es con Argentina y sus dirigentes han programado en un lugar fuera de todas las consideraciones geográficas de la FIFA.
Viajarán en dos etapas. Hasta Buenos Aires y de ahí a Santiago del Estero. Escucho muchas razones. Que la política argentina, que los problemas de Latam…, pero me quedo con la más antigua: la vieja trampa atlántica.
Lo concreto es que estábamos todos sacando una cuenta muy especial: “¿Quién acompañará a Vidal?”, cuando sorpresivamente debimos cambiar la pregunta por “¿quién reemplazará a Vidal?”. No hay caso con don Arturo. Los seleccionados deben estar encapsulados en una burbuja sanitaria de la que solo pueden salir para temas relativos a la competencia. Pero él salió quién sabe a dónde —hay varias versiones— y se contagió con el covid-19.
Nos llueve sobre mojado en la competencia que más nos importa, tal como lo aclaró Lasarte cuando le preguntaron por lo más importante: o la Copa América o las clasificatorias.
¿Y quién reemplazará a Vidal? En todas sus características, nadie (se habría sabido si existe).
Por ahí se especula que podría pasar al medio Gary Medel, que proyecta seguridad a sus compañeros y puede llegar arriba (lo que no sé si mantiene), pero viene jugando al fondo, donde también proyecta seguridad, y no habría que sacarlo de ahí.
De todos modos, ese fondo lo ocuparán cuatro hombres, según la preferencia de Lasarte y de mucha gente. Pueden ser Isla, Medel, Maripán y Mena. ¿Qué le parece? Con Claudio Bravo, obviamente, en el arco.
¿Y al medio? Pueden ser tres o cuatro. Para este comentarista, el 4-3-3 es el más versátil de los esquemas. Permite muchísimas variaciones, en ataque o defensa. Digamos Pulgar-Aránguiz-Galdames. Buen mediocampo. ¿Y por qué no Leiva?
Un ataque que se repite a menudo es Meneses-Alexis-Vargas. Puede ser (¿hay alguna figura que no pueda ser?). Sin embargo, para un partido de estas características, me quedo con Alexis y Vargas, con un jugador sabio dos pasos más atrás: el “Mago” Jiménez, como ya lo vimos en el amistoso contra Bolivia.
Y ahí vamos otra vez.