Dentro del actual panorama de nuestra creación visual, llama la atención el auge que está alcanzando el desarrollo de una vieja técnica utilizada otrora con fines principalmente funcionales, el bordado. Por ejemplo, el rol que este juega en la obra de Nury González. Con igual apellido, hoy día, una artista por completo distinta ofrece logros atractivos, a través de ese mismo tipo de costura. Así lo demuestra Verónica González en Galería Artespacio, un escenario muy adecuado para ella. A la vez comprobamos que el grabado constituye otro intermediario capital suyo. Advertimos esto último muy bien en el presente grupo mural integrado por figuras planas vinculadas con el mundo vegetal, y su derivación abstracta con círculos e introducción de gamas fundadas en el negro. Luego viene el paso siguiente, ahora rumbo al volumen. Lo materializa el bordado y un bordado bastante particular, constituido por telas, papeles, sedas y plumas sometidos a precisos, a finísimos, a rizados cortes con navajas, bisturíes o rayos láser. Se consigue un particularmente delicado efecto de follaje vegetal, donde imperan, con gran acierto, los blancos y un rico repertorio de ocres claros, provenientes de los colores naturales del material. Asimismo, la ligereza de sus texturas y de sus ritmos formales evoca las exquisiteces del arte japonés.
Por su parte, dentro del conjunto, un trabajo ejecutado nada más que con la blancura de plumas protagónicas posee una brillantez, una blandura acaso insólitas. Clonación, entretanto, consta de un par de grandes piezas textiles con algo de importantes cortinajes ceremoniales. En cambio, Raquis resulta capaz de conciliar, con cierta ironía, la conjunción de dos substancias inconciliables. Algo de eso pasa a convertirse en bella dualidad, en la obra que introduce pequeños alfileres, convirtiéndola en un paisaje exquisito. Tres videos aprovechan el proceso de elaboración de estas realizaciones para extraer otras tantas imágenes de sutil delicadeza.
A veces ocurre que en ciertas exhibiciones los trabajos mostrados hablan con extrema dificultad por sí solos, requiriendo explicaciones ya del curador, ya del propio artista. Por el contrario, la obra por sí sola, con su presencia física, debería bastar. Es que nada más que de ella emanan cualidades o defectos. Pues, cuando concurre la circunstancia contraria, la creación se empequeñece y su verdad se torna insuficiente; así se desorienta, se confunde al espectador que no llega a captar los varios alcances de toda propuesta. Precisamente, es lo que sucede un poco en el heterogéneo conjunto ofrecido por Cristián Silva Soura (1969) en la refundada, y de nombre flamante, Galería Madre. En efecto, encontramos allí objetos muy variados —los vegetales logran una gracia visual innegable—, dibujos, fotografías, videos, impresiones, textiles, luces láser, letreros.
Sin duda, al autor no le falta exuberancia, pero le sobra dispersión. Eso sí, se vislumbra un talento que pareciera innegable, el cual se manifestaría bien, a través de una depuración conceptual y formal importante. Dentro de lo ahora mostrado, una vez bien lo prueba el amplio doble video con color. Atrae desde la frase que lo encabeza: Memoria de un cortesano. Llena de ironía se torna su sucesión de imágenes, en las cuales el pausado y hasta solemne yendo y viniendo en segura línea recta de un mendigo harapiento que se ha vuelto bien conocido por los automovilistas habituales de la comuna de Las Condes. La nitidez y limpieza de la filmación, su encuadre e iluminación diurna, la natural seriedad del personaje rumbo a su ocupación diaria resulta sumamente original y se halla impecablemente desarrollada. Por otra parte, asimismo no falta humor a la genuina impresión de una simple tuna partida o a un asomo ecológico mediante la opulenta sandía tallada. Respecto a los diversos carteles, al parecer independientes de las obras que presuntamente coronan, más bien constituyen un factor de confusión general.
Cien vistas del monte
Delicada suma de bordados y gráfica, de textiles, plumas y papel en las manos diestras de Verónica González
Lugar: Galería Artespacio
Fecha: hasta junio
El ciclo del carbono
Cristián Silva S. y el mendigo de Las Condes en video doble
Lugar: Galería Madre
Fecha: hasta el 3 de junio