Aún estábamos debatiendo sobre el Mundial 2026, con sus 48 equipos y tres países anfitriones, cuando nos sorprenden con la noticia de que la FIFA aceptó estudiar la propuesta de hacer los mundiales cada dos años. Ahora seguiremos debatiendo sobre cuál de las dos ideas es más ridícula.
Se trata la iniciativa como una novedad, aunque ya a comienzos de marzo lo había propuesto Arsene Wenger, ahora director de desarrollo de la FIFA, y hace muchos años lo recomendaba Joseph Blatter. Pero ahora la resonancia la daba que la nueva propuesta, de Arabia Saudita, se presentaba en el 71er congreso de la organización. Y, obviamente, resuena más porque Gianni Infantino le encargó a la federación saudita el análisis de su propia propuesta.
El presidente se mantiene formalmente en la imparcialidad, aunque se sabe que le gusta la proposición y le cuesta disimularlo. En el estudio, ha dicho, “pondremos lo deportivo como prioridad, no lo comercial”. Hay varias personas, a las que no conozco, que le han creído.
Otros que defienden el torneo bianual dicen que el Mundial de Clubes se juega cada año y con éxito renovado, así es que no ven problema y, además, sostienen que en este nuevo formato deben estudiarse unas clasificatorias que arrojen un grupo reducido de países para la ronda final. “Debe ser un Mundial para la élite del fútbol”, escuché decir en un foro futbolero colombiano, en el que un detractor calificó al proyecto de “payasada”.
¿Y cómo lo haríamos los sudamericanos, con nuestra clasificatoria de un año y medio? Habría que acortarla y volver a los grupos de clasificación, que serían de tres equipos y uno de cuatro (el de Chile, obviamente, como tantas veces ocurrió en el pasado). Retrocederíamos todo lo avanzado en desarrollo y equidad deportiva.
No está clara la opinión de los sindicatos de futbolistas profesionales del mundo. No puede esperarse que les haga gracia. El calendario se apretará y será, para los sudamericanos, más viajado que nunca. Casi inhumano, aunque eso seguramente no inquietará a los organizadores: en la construcción de infraestructura para Qatar han fallecido unos 6.500 trabajadores inmigrantes, según informes periodísticos. Los trabajadores, según investigaciones, están “obligados a trabajar entre 16 y 18 horas diarias, siete días a la semana, soportando temperaturas que alcanzan los 50 grados”.
Conviene tener presente, además, que los países han crecido en número desde hace años (las divisiones de la URSS, Yugoslavia…) y los mundiales han aumentado sus cupos: fueron 16 hasta 1978 para subir a 24 en 1982 y a 32 desde 1998. Y ahora el anuncio de 2026, con 48. O sea, más competidores y menos clasificados.
Están locos.
Nosotros, que aún estamos cuerdos o eso creemos, nos preparamos para llegar a Qatar. Ya tenemos nómina y recomenzamos la próxima semana.