Anthony (Anthony Hopkins) es un veterano de 82 años que vive con su hija Anne (Olivia Colman) en un gran departamento de Londres. Anne ha decidido mudarse con su nuevo novio a París y, constatando que la cabeza de su padre ya no está bien y no puede vivir con una cuidadora, debe lidiar para internarlo en un hogar de ancianos.
Esa es, en síntesis, la trama de esta película.
Pero el propósito del dramaturgo y cineasta francés Florian Zeller, uno de los más exitosos escritores dramáticos de Europa, es un poco diferente del esquema argumental. Lo que busca, en un esfuerzo tan ambicioso como improbable, es poner al espectador en la situación de Anthony, el hombre viejo que olvida y confunde las personas, los nombres, los días y hasta el lugar donde vive.
Se trata de crear una película subjetiva con los instrumentos más bien objetivos del cine. Anne sale de compras, pero la que regresa ya no es la misma, sino otra mujer (otra actriz). El marido de Anne, Paul, aparece en la casa, pero eso no puede ser, porque ella se ha divorciado hace cinco años. Anthony cree que vive en su departamento de siempre, pero en realidad está viviendo en el de Anne.
Anthony está obsesionado con su reloj y a menudo cree que se lo han robado; a veces olvida dónde lo ha escondido. Los personajes cenan pollo una y otra vez. Un día se descompone en distintos momentos, aunque parece que se trata de jornadas diferentes. Y así por delante.
Para consumar su esfuerzo, Zeller debe hacer trampa. El espectador ve lo mismo que Anthony, comparte su misma confusión. Pero eso solo puede perdurar hasta cierto momento, cuando el juego comienza a hacerse evidente. De ahí en más, cambia el tipo de atención: ahora solo se trata de saber cuál es el grado de irrealidad de lo que está en pantalla.
Al fin, solo quedan unos minutos para el personaje más conmovedor, que es la agobiada y culposa hija, Anne.
En todo el resto, es una cinta diseñada para Anthony Hopkins. No solo lleva su mismo nombre el protagonista (no es así en la obra original), sino que da como fecha de nacimiento la misma que la del actor: 31 de diciembre de 1937. Zeller tuvo éxito: Hopkins ganó la sexta nominación y el segundo Oscar de su carrera, después de El silencio de los inocentes.
Y Zeller también lo ha tenido. Esta es la tercera adaptación audiovisual de su obra “El padre”, además de sus centenares de representaciones teatrales en todo el mundo.
Nadie tiene por qué quejarse.
The Father
Dirección: Florian Zeller.
Con: Anthony Hopkins, Olivia Colman, Olivia Williams, Mark Gatiss, Imogen Poots, Rufus Sewell, Ayesha Dharker.
97 minutos.
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