La próxima propuesta podría ser obligar al Banco Central a emitir dinero y entregar un monto de 10 millones por persona.

—El Banco Central es autónomo—, advertirá Matías Walker, presidente de la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, y dirá que en ningún caso está disponible para algo así.

Pero un grupo de diputados y diputadas presentará un proyecto de ley que reforme la Constitución y que “por única vez” permita soslayar ese enclave autoritario de un Banco Central tecnocrático que solo le rinde cuentas a Dios.

Los economistas de todos los sectores, con excepción de Manuel Riesco, dirán que esa política es una locura. Que desde el siglo XVI se sabe que la emisión de dinero produce inflación y que ello es muy dañino.

Mario Desbordes y Manuel José Ossandón dirán que a los técnicos les falta calle. Heraldo Muñoz dirá que no apoyará una medida como esa.

Los constitucionalistas de todos los sectores advertirán que aquello excede completamente las funciones del Parlamento.

Twitter arderá por el bono de los 10 millones.

Muchos parlamentarios que “no estaban disponibles para algo así” se manifestarán “en reflexión” por el proyecto de ley.

Matías Walker declarará que él no será un impedimento para tramitar esa ley, sino que por el contrario, la priorizará en la tabla.

En los matinales los parlamentarios dirán que no queda otra, porque el Gobierno ha dejado solos a los chilenos. Los 18 mil millones de dólares son simples migajas y que “se han visto obligados a ir tras la emisión popular”.

El Banco Mundial, el FMI y la OCDE dirán que es absolutamente inentendible una política como esa.

El Gobierno anunciará que en caso de que ello ocurra irá al Tribunal Constitucional, porque no solo es una mala política, sino que vulnera la Constitución.

Saqueos aislados en Santiago, quema de buses y comisarías atacadas.

Las reservas de autos nuevos crecerán en un 200%.

Las candidatas Narváez y Rincón firmarán una carta asegurando que “plata hay” y Daniel Jadue dirá que la amenaza de que habrá inflación es la típica campaña del terror de los poderosos para oprimir al pueblo.

Lavín propondrá una reforma alternativa para que el Banco Central emita criptomonedas y se entreguen a la gente que muestre el carné de vacunación.

Los dirigentes gremiales, mostrando su total falta de sintonía, advertirán de los malos efectos de la política, porque así “la ‘gallá' no va a ir a trabajar”.

Renovación Nacional en masa se sumará a la súper emisión del Banco Central. Tres senadores de la UDI pedirán cobrarles impuestos a los más ricos que reciban el bono, pero asegurarán que sus votos están de todas maneras.

La presidenta del Senado, Yasna Provoste, dirá que ya está bueno de la focalización y que las ayudas deben ser universales.

Pepe Auth votará en contra de lo que califica una simple locura. Heraldo Muñoz asegurará que los votos del PPD están.

El proyecto se tramitará rápidamente y contará con amplio apoyo de todos los sectores.

Matías Walker, inicialmente contrario al proyecto, se mostrará entusiasta y agregará una indicación para que en los nuevos billetes sea la Cámara de Diputados quien decida qué personaje y qué paisaje poner.

El proyecto será aprobado en medio de vítores y abrazos.

El Gobierno, sin ninguna capacidad para conducir el tema durante los días previos, presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional.

Piñera será acusado constitucionalmente por “notable abandono de deberes” y se le enrostrará su falta de sintonía con la gente.

Lo que suceda después no es muy difícil de imaginar…

P.D.: “Nada hay tan bello como la ficción”, decía Antonio Machado. Pero en Chile, la realidad supera la ficción y lo que hoy parece impensable, tal vez, en algunas semanas más no lo sea.

Esa es la lección que nos deja el tercer retiro. Si es que podemos hablar de lecciones…