Porque las nubes cambian de forma según el pasar del viento y la intensidad de los rayos del sol, y por tanto, engañosas, esponjosas, polvo atmosférico volátil y minúsculas gotas de agua flotante, así que por eso el título de esa antigua película de Naum Kramarenco, por lo demás experimental y bien más o menos no más: “Prohibido pisar las nubes”.
Todo esto a propósito del triunfo por 2 a 1 de Chile sobre Bolivia, en un amistoso que partía a la hora del toque de queda, justo con el encierro total y la megacuarentena.
Lo mejor de Martín Lasarte, hasta ahora, no se sabe si para la selección de Chile, pero sí para su clima personal, es que, a diferencia de Reinaldo Rueda, habló con la prensa, dio entrevistas en varios medios y eso, por cierto, acarrea simpatía y satisfacción, porque nutre a la dieta alimentaria del periodismo: proporciona cuñas, entrega exclusivas, sube titulares.
“Mi muñeca me habló y me dijo cosas”, dice la canción, y acá fue mi entrenador de selección, y cómo no lo voy a querer: me habló en la radio, en el diario, en la televisión.
Los cariños, eso sí, en el fútbol y también en general, huyen con los malos resultados y los anhelos fracasados, así que nada es para siempre, pero, por ahora, es verdad: Lasarte nos habló.
Lo otro, las sensaciones son inevitables, y después de ver el Chile 2 y Bolivia 1, quizás sintió tranquilidad, paz interior y hasta una pequeña satisfacción, pero no hay que descartar que esas sensaciones tengan un motivo global, y es la pandemia que arrecia, usted sigue vivo y vuelve a ver a la selección en la tele.
Hasta puede pensar en otro título de película: “Amanece, que no es poco”. Alegría, alegría.
Fue un amistoso en cuarentena.
Fue una anécdota más que un partido.
Pero lo que haya sido tuvo dos períodos claramente definidos: por momentos fue aburrido y en ocasiones fue latoso.
Dicen que no se puede exigir más, porque se trata de encuentros de carácter amistoso, precisamente, una categoría híbrida, tibia y descolorida, donde no hay nada relevante en juego, es decir, puntos y clasificación.
Así que lo que hizo Jean Meneses, para el gol del triunfo, tendría que reproducirlo en los partidos en serio, contra paraguayos y peruanos, pero en esos trances, lo más probable, es que Meneses esté en la banca, porque de eso se trata un amistoso: es una ficción, y cuando el duelo es contra un rival débil y desvalido, podría llegar a ser ciencia ficción, si es que se sacan conclusiones al por mayor y no digamos al menor, por lo tanto son dos las cosas prohibidas:
Concluir.
Pisar las nubes.