La partida de la nueva teleserie nocturna de Mega fue una anomalía. Anunciada con bombos y platillos como una superproducción con figuras de primera línea, muchos exteriores, acción y suspenso —como en la mejor época de las ficciones locales—, no consiguió en su debut convocar a la mayor audiencia. Con un promedio de 11,8 puntos de rating, estuvo en el tercer lugar en su horario detrás de la turca “Fuerza de mujer”, de TVN, y de “Yo soy”, de CHV. Nunca, desde que María Eugenia Rencoret emigró a Mega en 2014, había ocurrido algo así con un estreno de esa área dramática.
La explicación no es difícil. Ese primer capítulo estuvo centrado en el “portonazo” que sufre la familia Acevedo Betancourt con el posterior secuestro de su hijo de cinco años, quien iba en el auto. Desde ese momento se desata una espiral angustiante de persecuciones, llantos y maniobras policiales. Con buenas actuaciones y una excelente factura audiovisual, no se apretó otra tecla en ese episodio. El nivel de tensión no bajó nunca, pero tampoco se mostraron otras historias ni hubo mayor desarrollo de personajes. En momentos en que la actualidad no da tregua con desapariciones y muertes de niños, y con las cifras funestas de la pandemia, ¿alguien quiere irse a la cama experimentando más angustia frente a la pantalla?
Los capítulos que siguieron tuvieron mayor duración y fueron develando historias paralelas que provocan interés. Todo se centra en los hermanos Betancourt. La principal es Teresa (Paz Bascuñán), una periodista casada con el médico Joaquín Acevedo (un empaquetado Benjamín Vicuña), quien sufre el drama del secuestro de su hijo. La actriz acierta al interpretar a este personaje en un bien construido estado de angustia total y sacándose de encima a Cristina Moreno (“Soltera otra vez”).
También está Emiliano Betancourt, el hermano “pastel” que en el segundo capítulo apareció con una pareja y una guagua ocultas, aparte de su familia oficial, y en el tercero ya era interrogado como sospechoso del secuestro de su sobrino. Gonzalo Valenzuela construye bien este personaje, hippie-cuico, drogadicto y absolutamente turbio bajo una apariencia de fragilidad. Y la hermana mayor es Flavia (Patricia Rivadeneira), que intenta apañar a sus hermanos y sufre con un marido maltratador y una hija con trastornos psicológicos y consumos problemáticos.
La contraparte de esta familia y sus dramas es la Brigada de Investigaciones con el subcomisario Gonzalo Leiva (Francisco Pérez-Bannen) y la detective Javiera Cáceres (Ingrid Cruz). Entre el policía y el matrimonio Acevedo Betancourt hay una dinámica muy parecida a la de “¿Dónde está Elisa?” (2009, del mismo guionista Pablo Illanes), con la esposa haciendo alianza con el detective y el marido prepotente convirtiéndose en antagonista. Aunque con una factura audiovisual superior, esta teleserie presenta, así como “¿Dónde está Elisa?”, historias secundarias que van revelando rápidamente sus misterios y una vorágine de pistas falsas en el caso del secuestro. El punto es si los televidentes de 2021 están dispuestos a experimentar la intensidad de esta trama cada noche.
Por ahora, “Demente” ha ido subiendo lentamente su rating y el promedio que ha logrado desde su debut es de 14 puntos.