El concepto de deterioro por efecto del tiempo y del uso resulta asunto no poco frecuente entre nuestros artistas actuales. También lo fue en el caso de la magnífica instalación de Sebastián Preece de 2014. Hoy día muestra él, también en Galería Patricia Ready, esa acción mediante luz diurna, lluvia artificial y viento sobre amplios cartones textiles, pintados con tierra de color y pigmento. Se trata, pues, de una propuesta abstracta, de un informalismo de huellas y manchas, sumada a previas veladuras pictóricas del soporte. Se provoca, por lo tanto, una serie de imágenes que apelan a la subjetividad de cada observador. Acaso podría advertirse en estas pinturas el ejemplo remoto de las series insuperables de Monet y, más de nuestros días, acaso de los muy interesantes recobros de Josefina Fontecilla, a partir de los efectos del trajín doméstico y sobre todo de los rayos solares sobre tapices. En nuestro caso, sin embargo, a la larga los resultados obtenidos tienden a reiterarse. Es que la concurrencia numerosa de las variaciones buscadas por el expositor carece de un hilo conductor verdaderamente significativo, convirtiéndose en una secuencia monótona, donde se ausenta la necesaria tensión visual. Hasta cabría disminuir o aumentar la cantidad de sus integrantes, sin que el fruto plástico se mostrara mayor o menormente alterado, en beneficio de sus méritos visuales y anímico.
La misma galería nos entrega la obra conjunta de los hermanos Marcela y Pablo Serra. Aunque todavía menores de cuarenta años, ambos han desarrollado cierta trayectoria. En esta ocasión, desde un comienzo saturan los muros extensos de la gran sala principal y del largo pasillo lateral del local de Vitacura. Lo abigarrado del conjunto —materiales e imaginería— subraya su denuncia de los excesos a que se halla sometida hoy la difusión del arte contemporáneo a través de la industrial mercantilización del cine, la televisión, la historieta cómica, los videojuegos, las técnicas multimedios y digitales. De esa manera, la violencia inducida pareciera estar volviéndose reflejo de la sensibilidad juvenil de nuestra época. Y esa trágica realidad en crecimiento está transmitida al espectador por la dupla expositora con evidente ironía. Por cierto, hay desigualdades de logros dentro de las secuencias, polípticos y escenas aisladas exhibidos. Si bien, entonces, las realistas construcciones más complejas —unidades iguales de plástico o madera en reducido formato, mostacillas, palitos pintados, mosaicos con cuadraditos al óleo— constituyen trabajos atractivos y correctamente ejecutados, cuando se trata de trabajos más simples —dibujos, volúmenes en dimensiones menores— la destreza formal y el interés decaen. Eso, dejando de lado la un tanto obvia interpretación de la obra maestra de Van Gogh.
Asimismo durante este supuesto inicio de temporada, trabajos de Ángeles Correa son ofrecidos por Galería La Sala. Aquí, lo que realmente convence corresponde a los originales perfiles volumétricos. En ellos, saca partido de la destrucción y oxidación respectivas de la madera y del metal, provocada por el paso de los decenios y del manejo desgastante. Y la artista arranca estos despojos de botes chilotes, para luego manipularlos imaginativamente, insuflando su tosca hermosura a los volúmenes planos que nos propone. Ellos, no obstante, solo alcanzan su plenitud a través de las piezas que conforman transfiguraciones de árboles, al parecer de la flora propia de Chiloé. Por el contrario, cuando se trata de los abundantes perfiles de juveniles cabezas femeninas, el escaso carácter de estas y su obviedad temática chocan con la belleza de los materiales, menguando aquella capacidad de sugerencias de los protagonistas arbóreos. Se comprenderá que nos resulten débiles en demasía los mismos rostros anteriores, ahora reducidos nada más que al dibujo sobre tela con acrílico sin color.
Precipitar…
El azar y los efectos de tiempo y clima en las pinturas de Sebastián Preece
Realismo sin renuncia
Marcela y Pablo Serra, defensa de la pintura mediante elocuentes saturaciones
Lugar: Galería Patricia Ready
Fecha: hasta el 8 de abril
Wabi Sabi: Encontrar belleza en las imperfecciones
Ángeles Correa y el empleo de material desechado de botes chilotes
Lugar: Galería La Sala
Fecha: hasta el 24 de abril