El Mercurio.com - Blogs : Discusiones sobre la vacunación
Editorial
Jueves 04 de marzo de 2021
Discusiones sobre la vacunación
Si bien el año 2020 golpeó con casi igual fuerza a todos los países de Sudamérica, el 2021 se presenta con expectativas muy diferentes.
La pandemia continúa su marcha sin que se vean grandes cambios hasta ahora. La aparición de las vacunas ha mejorado en unos pocos países el ánimo de la gente, pero aún no se observan las variaciones más importantes en las tasas de infección. Se espera, sí, una disminución con altos grados de confianza, sobre la base de la experiencia de algunos grupos que han sido estudiados en países como Israel o el Reino Unido. Estos se han caracterizado por desarrollar intensas campañas de vacunación, sin tantos miramientos a las hipotéticas diferencias en los efectos de cada una de las vacunas. Las noticias que han emergido en esos países y en otros han sido claramente alentadoras y han ido apaciguando los ánimos de los debates en esos sitios. Las dudas que surgieron en muchos lugares sobre la efectividad de la inmunización en las personas mayores han quedado completamente resueltas, pues se ha ido comprobando su efecto positivo en cada uno de los grupos experimentales. Así, se han podido apreciar cambios de posición importantes, como el que se ha visto en Francia con motivo de la aceptación oficial de la vacuna de Oxford AstraZeneca, la que hace pocas semanas había sido calificada como “cuasi inefectiva” para personas mayores por el Presidente de Francia. Variaciones en los datos, algo común en la ciencia en sus fases iniciales, han hecho que muchas personas se precipiten a adoptar posiciones irreductibles, pese a las innumerables observaciones contradictorias que se están publicando a diario. Pero también parece haberse registrado una cierta pérdida del sentido común, que lleva a atolondrarse en los juicios, pues es a todas luces preferible cometer un error inocente usando una vacuna que no ofrece complicaciones antes que dejar a la población completamente desprotegida.
En casi todo el mundo, las discusiones sobre el proceso de vacunación arrecian. En particular, en la región latinoamericana la dificultad que han tenido los gobiernos para planificar y ejecutar programas de vacunación ha creado alarma, pues la gente no advierte cómo puede volver a reanudar sus vidas sin protegerse con la inmunización. Pero tal como cabía esperarlo, ha sido la escasez de vacunas el factor limitante que hace imposible en la mayoría de los países proteger a toda su población. Por esa razón ha causado tanta ira y escándalo que las autoridades de algunas naciones hayan aprovechado su posición e influencia para lograr su vacunación o la de sus cercanos, pues eso significa un privilegio abusivo que condena al ciudadano común a esperar por un tiempo indefinido.
En Chile, por contraste, la planificación y la ejecución de la vacunación masiva han sido muy exitosas. Chile no solo aseguró con contratos oportunos su provisión de vacunas, sino que ha diseñado un programa de vacunación acordado por las autoridades, el que en términos generales ha sido respetado. Las diferencias en Chile sobre si priorizar a un gremio sobre otros o a unas personas en riesgo en lugar de otras tienen que ver con un asunto de ser inoculado semanas antes o después; pero en otros Estados solo existe certeza de las vacunas que tienen en el país, sin ninguna seguridad de cuándo se contará con nuevas dosis. Y, en general, han sido las autoridades sanitarias las que han definido el orden de prioridad, que se ha respetado con pocas excepciones.
No obstante, las cifras de contagios siguen elevadas, y aunque ello es inquietante, las esperanzas de que con las vacunas pueda ir amainando la fuerza del ataque viral contrarrestan esas inquietudes. Los llamados de la autoridad se mantienen y la población debiera haber tomado ya conciencia del peligro. Pero, por cierto, debe reconocerse que gracias al buen manejo de la vacunación, Chile parece más tranquilo en lo que respecta a la amenaza que ha debido enfrentar. Si bien el año 2020 golpeó con casi igual fuerza a todos los países de Sudamérica, el 2021 se presenta con expectativas muy diferentes.