Señor Director:

Este es un ejemplo que muestra la inconveniencia de entregar el control ético del ejercicio de las profesiones a los colegios profesionales.

El Colegio de Periodistas declaró: “Sobre las informaciones de #Panguipulli queremos insistir en coberturas éticas. No fue confuso incidente ni enfrentamiento. Un joven trabajador malabarista fue asesinado por Carabineros. Los medios deben procurar rigurosidad frente a hechos que conmocionan la opinión pública”.

Así, el periodista que busque aclarar objetivamente lo ocurrido, apartándose de la declaración dogmática de su Colegio, podría ser acusado de violar la “cobertura ética”, al investigar aquello que ese grupo da por claro y establecido, y, por consiguiente, podría verse eventualmente privado hasta de su libertad de trabajo si aquella asociación gremial tuviera el poder de imponerle esta sanción.

El ejercicio de tal poder supondría un peligro tanto para la libertad de prensa como para el derecho a la información, lo que resulta más grave por provenir de parte de quienes deberían defenderlos.

Dado que los videos circulantes no permiten sostener un juicio responsable, hemos de esperar, además de la investigación del Ministerio Público, que los periodistas, ahora que pueden hacerlo sin recibir sus represalias, omitan la orientación pastoral del Colegio de Periodistas y nos brinden toda la información necesaria para formarnos nuestro propio juicio sobre un caso tan preocupante.

Ricardo Salas Venegas
Profesor de la Escuela de Derecho
Universidad de Valparaíso