Ronald Fuentes fue sorpresivamente despedido de la banca de Unión Española la semana pasada. Según ha señalado el propio afectado, el funcionario que le dio a conocer la decisión —tomada a distancia por el dueño del club— le dijo que la razón era que debido a la irregular campaña que estaban cumpliendo los rojos en la última parte del torneo, sentían que el equipo requería de otra mano técnica para asegurar el objetivo institucional: clasificarse a la Copa Libertadores de América 2021. Por eso era mejor que se fuera y reemplazarlo por otro DT (que ahora es Jorge Pellicer).
Curioso. Con Fuentes precisamente dirigiendo el equipo, Unión Española no solo estaba cumpliendo esa meta, sino que había logrado mucho más de lo que los dirigentes pensaron al conformar el limitado y esmirriado plantel 2020: el cuadro rojo no solo ha sido protagonista del torneo, sino que estuvo toda la primera rueda peleando la opción de liderazgo y, por ende, amasando la idea de luchar por el título. No es todo. Los hispanos por mucho tiempo fueron los que mejor fútbol exhibieron, con una propuesta no solo interesante y bien construida, sino que efectiva y agradable a la vista. Y para más antecedentes, Ronald Fuentes y su cuerpo técnico lograron darles cabida y potenciar a figuras jóvenes como Carlos Palacios, la más grata revelación del torneo.
Es cierto. En la segunda rueda del campeonato Unión Española acusó una baja importante tanto en el rendimiento colectivo e individual como en la obtención de resultados. Se le pinchó una rueda, empezó a quemar aceite, como les pasó a varios equipos. Y ello, en su caso, definitivamente lo alejó de la pelea por la corona. Lo dejó solo sumido en el “consuelo” de la disputa por la clasificación a la Libertadores a la que, pese a todos los bemoles y circunstancias, iba bien encaminado.
¿Culpa del DT por esta baja de expectativas? Por supuesto, no hay duda, según la visión del patrón del club.
Ya sí, hay algo de eso. Ronald Fuentes quizás no tuvo la capacidad de mantener en alto el rendimiento del equipo tanto en cuanto fue sumando lesiones en su corto plantel. Y ya, digamos que tampoco el DT mostró adaptabilidad y sabiduría para encontrar las piezas idóneas tras las partidas de Luis Pavez y Mauro Caballero en plena disputa del torneo (y tampoco seguramente la tendría en el tramo final cuando se vaya el defensa panameño Harold Cummings). Por último, si queremos ser incluso más drásticos con Fuentes, podemos decir que careció de empatía para que sus dirigidos mantuvieran en alto sus niveles pese a las evidentes dificultades.
OK. Digamos todo eso. Pero ¿es realmente Fuentes el mayor responsable de la menor potencia de Unión? ¿De verdad alguien, aparte de los que toman las decisiones en el club hispano, piensa realmente que es el DT cesado el incapaz y el factor principal de la baja del equipo en la segunda ronda?
Difícil que alguien se sume al delirio y falta de visión de los que hoy están al mando de Unión.
Ellos tuvieron la fortuna de encontrarse con un entrenador serio, estudioso y trabajador que, además, prefirió hallar respuestas a quejarse. Un DT que, seguro, pronto estará en otro equipo demostrando sus capacidades. Y se dieron el lujo no solo de echarlo, sino que de intentar focalizar en él las malas decisiones que ellos mismos cometieron.
Y después hablan de seriedad, planificación y procesos. Graciosos.