La ANFP creó el cargo de director deportivo nacional de la Federación de Fútbol de Chile, y encontró a la persona, el español Francis Cagigao, con un trayectoria de 24 años en el Arsenal y un colaborador leal y fructífero de Arsene Wenger.
Cagigao nació en Londres como hijo de emigrantes gallegos, ex futbolista y entrenador, pero su oficio principal fue el de ojeador, para el Arsenal y el proyecto liderado por Wenger, primero por España y Portugal, luego sur de Europa, Sudamérica y finalmente jefe global de scouting, es decir, ojea por sí mismo y ojea a la tropa de ojeadores del Arsenal.
El término inglés es scout y es una red donde cabe explorador, captador, veedor y es la persona que da vuelta el mundo y observa torneos y partidos, para descubrir al diamante en bruto, la promesa futura y la estrella naciente.
Jugadores en activo de otros clubes y países, que pueden encajar y son convenientes. También canteranos, fuerzas básicas o cadetes son vistos, evaluados y al final reclutados, porque el ojeador hizo lo suyo.
El ojeador no trabaja en formación, sino que pasa el dato, con el propósito de capturar lo que otros formaron.
En lo futbolístico, desde luego, pero también atrapa talentos para que se valoren, eventualmente se vendan y así aumentar el patrimonio del Arsenal, en este caso, o de cualquier club que tenga en su nómina a un profesional como Francis Cagigao, ojeador de primera línea.
Hay ojeadores en el universo del modelaje, de las editoriales y desde luego en el fútbol, donde se viaja y mucho. De hecho, el flamante director deportivo nacional de Chile, si algo no hacía, era estar quieto en una oficina y trabajando en formación, porque tomaba una media de 200 vuelos al año, para viajar, mirar, saltar, comparar, partir de nuevo, escuchar, conocer más de un paquetón eslovaco, revisar las dotes de un peloduro uruguayo o la velocidad de un esmirriado croata.
Acá, entre paréntesis, solo hay chilenos para elegir. No hay más donde mirar. Ojea bien buen ojeador. Y el que los escoge, debería ser alguien como Arsene Wenger, pero no hay nada que se le parezca, de hecho, en la actualidad, esto es lo que hay: un entrenador en fuga y un sucesor por contratar.
Un observador diría que hay un vacío, puede ser.
Un agujero negro, también es posible.
Un mundo de personajes secundarios carentes de relato.
O un entremés en medio de un drama, que se arriesga a la tragedia.
Pero vamos a los hechos: Francis Cagigao vio algo diferente o al menos algo vio, y por eso firmó.
La ANFP, en cambio, ve distintas cosas en el flamante funcionario y en el nuevo cargo, que se resumen en tres titulares: hoja de ruta futura, política de largo plazo y desarrollo que perdura en el tiempo.
¿Por cuántos años se extiende el contrato del español? Dos añitos.
¿Cuántos años está por cumplir Reinaldo Rueda en el cargo? Dos.
Paren el trineo, por favor. Acá me bajo.