Concluye 2020 en las eliminatorias para Qatar 2022 y la Roja suma solo cuatro puntos. El 2-1 frente a Venezuela es un resultado que remece y deja en la cuerda floja a Reinaldo Rueda. Esa caída borra la buena actuación en Montevideo, cuestiona el empate ante Colombia en el Nacional y ni siquiera la victoria sobre Perú amilana el cimbronazo. Eso nos dice la mirada sanguínea.
El análisis real nos recuerda que Chile tiene un equipo normal, con dos cracks (Alexis Sánchez y Arturo Vidal), algunas figuras de nivel internacional (Claudio Bravo, Charles Aránguiz, Erick Pulgar y Gary Medel) y el resto buenos jugadores, pero carencia de peso en la generación y el ataque. Ante Venezuela se pensó que se ganaba por decreto, olvidándose que la Vinotinto cayó en la hora con el VAR ante Paraguay, que aguantó hasta inclinarse 1-0 frente a Brasil como visita y fue goleada en Barranquilla por Colombia, en una media hora inicial olvidable.
El mazazo de Caracas enseña que Chile debe jugar con los dientes apretados. El pésimo primer tiempo se pareció al de San Juan en los cuartos de final de la Copa América 2011, ante el mismo rival; o la goleada en el Monumental frente a Paraguay, la fatídica noche del 31 de agosto de 2017. En estas tres decepciones se entró al campo con la sensación de que los puntos eran un trámite.
Desde su candidatura, nunca se escuchó una declaración convincente del presidente de la ANFP, Pablo Milad, con relación al entrenador. El argumento es que su administración hereda el cuerpo técnico. En la vereda opuesta, la de Rueda, saben que sus interlocutores no confían en ellos. También tiene claro que nunca trabajaron con una dirigencia tan inexperta como la actual.
Milad y el secretario general, Jorge Yunge, son los hombres fuertes de un directorio que se construyó para responder a los equilibrios de los clubes que apoyaron su llegada a Quilín. Varios se conocieron al reunirse.
El balance de la mesa es lamentable. Al horror reglamentario que significó suspender el duelo entre Colo Colo y Deportes Antofagasta, que sentó jurisprudencia y los obliga a reprogramar Cobreloa y Deportes Valdivia en Primera B, en otro revés ante el Tribunal de Disciplina, se agrega la nula defensa de los clubes chilenos en la Conmebol para la Copa Sudamericana 2021. Los cuadros nacionales se eliminarán entre ellos y solo dos pasarán a la fase de grupos.
A estas barbaridades se suma el pésimo nivel del referato en la cancha y en el VAR, luego del descabezamiento de la comisión de arbitraje en la que el fútbol local invirtió recursos y tiempo. El “cambio de aire”, como lo llamó Milad, es un desastre. Nadie da una explicación y los jueces deslizan que no hay revisiones, no hay charlas técnicas, que todo está a la deriva, pero se dejó tranquilo al sindicato.
Existen otras interrogantes urgentes: ¿Cómo se jugará la temporada siguiente? ¿Cómo se pagará al CDF los partidos y meses sin fútbol? ¿Qué sucederá en enero, cuando se definan los campeonatos y el entrenador de la Sub 20 pida los jugadores para ir al Sudamericano de febrero en Colombia?
Al menos, en el Consejo de Presidentes de ayer, algo se habló de la Copa Chile…