En la persistente sequía vivida en los últimos años por los clubes chilenos en las competencias internacionales, la actuación de la Universidad Católica y Unión La Calera esta semana adquieres un perfil especial, para no caer en la adjetivación desmesurada. Los cruzados corrigieron errores de planteo para ganar con su ya elogiada solidez, a la que añadieron mucho coraje. Los cementeros han dejado en el camino a Fluminense y a Tolima, el líder del torneo colombiano, lo que aumenta su mérito. Y aunque el rival fuera de menor envergadura, lo de Coquimbo también se destaca.
Como la nómina inicial de Reinaldo Rueda coincidió con estos logros, resulta difícil justificar la escasa valoración que hubo para estos equipos. Como viene siendo tendencia, en el paladar del colombiano no caben muchos cruzados, lo que podría deberse a la menor valoración que tiene el torneo local en los criterios de selección. Personalmente, creo que se trata de una medida autoimpuesta tras los destemplados reclamos de la UC tras la convocatoria para el preolímpico, y del apretado calendario de competencias que afrontan los dirigidos de Holan, quien en su momento se sintió “perjudicado” por las convocatorias. Venganza o acuerdo, el tema es que la Roja se ha privado del concurso de jugadores elogiados por una circunstancia que jamás tiene explicación, por la irrenunciable costumbre de don Reinaldo de no pronunciarse sobre aquellos que no convoca.
Me encantaría, en ese sentido, saber por qué no estará Juan Leiva como alternativa, en circunstancias que es de los volantes más valorados del medio local y, como ya está dicho, ahora además lo ampara la competencia continental. Esta fecha clasificatoria es vital para afrontar el camino a Qatar, y quedarse corto en la convocatoria o no ofrecer suficientes explicaciones para justificar las nóminas pueden terminar por socavar el crédito que Rueda aún tiene para encabezar un proceso que ya no admite el discurso quejumbroso, sino la acción que ilusione y entusiasme. Por eso, es hora de exigir una explicación.
Será además el momento de actuar rápida y eficientemente en nuestra Federación, que deberá defender la convocatoria ante los clubes europeos, que aduciendo razones sanitarias pretenden limitar los viajes de los sudamericanos. Si esa es la realidad, los torneos locales y continentales deberían suspenderse en el Viejo Mundo, por estos días mucho más complicados que nosotros en términos de la pandemia. Como es posible sospechar que otras vez las medidas se adoptan más por beneficio propio que por verdaderas y justificadas causales médicas, será hora de poner a prueba a la FIFA, la Conmebol y, obviamente, a la Federación chilena, que sigue sin dar el anunciado paso a la separación de la ANFP para un más adecuado funcionamiento.
Si no son capaces de arreglar este lío, la lógica pura indica que los mismos parámetros deberían aplicarse para el mundo entero. Si Vidal, Sánchez, Pulgar y los otros no pueden venir, será hora también de exigir una explicación.