El día que Pablo Milad, presidente de la ANFP, suspendió el partido, el sábado 26 de septiembre, Colo Colo aportó intrincadas razones sanitarias, el contagio de un dirigente y se protegió con una maraña de protocolos; desde la otra área, la Seremi de Salud salió al paso, dijo lo contrario y la responsabilidad era del club y de nadie más que los ejecutivos de Colo Colo.
El caso es que Pablo Milad, presidente de la ANFP, ante el entuerto y la majamama, suspendió el duelo del cuadro albo con Antofagasta en el Monumental.
¿Lo habrán pillado volando bajo? Sería raro, es un exintendente.
¿Qué implica que sea un exintendente? En realidad, nada.
¿El vuelo bajo de un exintendente, es algo ocasional o es permanente? El tiempo dirá.
Vamos al recuerdo de los hechos concretos.
Colo Colo había vuelto de Brasil y luchaba por un cupo en la Copa Libertadores y era evidente que un partido por el torneo local le venía incómodo y estorbaba.
Universidad Católica estaba en lo mismo, solo que regresó de Colombia, pero cumplió y evitó cualquier lesera, así que jugó contra su rival, Everton en Sausalito, cuando debía y no hizo mayor cuestión del asunto.
Las fechas, para ambos equipos, fueron las siguientes: miércoles 23 de septiembre y de visitantes por la Libertadores, y luego martes 29, y de nuevo a viajar, con destino a Peñarol los albos y hacia Gremio los católicos.
Un partido entre medio y por el torneo nacional, el sábado 26, pertenece al relato quejumbroso y a la vieja historia, donde los equipos chilenos en copas internacionales piden otros plazos, fechas distintas y un trato deferente.
La ANFP no hizo modificación alguna, y Colo Colo siguió molesto y engrifado, porque no se trataba solo de suspender un partido, sino de algo más: perder influencia, no tener peso político y que no le hagan caso.
El caso es que Colo Colo no jugó, Universidad Católica sí lo hizo y así pasaron los días.
En el ámbito nuestro y durante la semana, la primera sala del Tribunal de Disciplina emitió un veredicto: multó a Colo Colo con 490 UF y en vez de la derrota por secretaría y los puntos para Antofagasta, dictaminó jugar el partido en una fecha futura. A la ANFP no le gustó el fallo y apeló a la segunda sala del Tribunal de Disciplina. Por suerte no hay más salas.
¿Qué ocurrió en lo internacional?
Colo Colo fue de tumbo en tumbo y se quedó sin copas internacionales.
Universidad Católica, en cambio, gracias a una combinación de última hora, clasificó para la Copa Sudamericana y su rival es Sol de América de Paraguay.
La llamada justicia divina podría invocarse.
Un equipo fue honrado y cumplió con su deber (que siga y persevere, porque lo espera un calendario agobiante).
El otro equipo solo compite en el torneo local, y si la segunda sala no decide otra cosa, le queda un partido atrasado (donde si gana, deja de ser penúltimo).