El Mercurio.com - Blogs : Lectura omnívora
Día a día
Domingo 25 de octubre de 2020
Lectura omnívora
Desarrollo mi homeworking en la pieza que fue de una de mis hijas que abandonó el nido. Frente al escritorio hay un estante donde reposan los libros que constituían sus lecturas, y en una pausa laboral observo que son de una notable diversidad. En una hilera reposan, lomo contra lomo, “Este Domingo”, de José Donoso; “Malala, mi historia”, de Malala Yousafzai; “Hijo de Ladrón”, de Manuel Rojas; “La Rebelión de las Masas”, de Ortega y Gasset; “Nuestros años verde olivo”, de Roberto Ampuero, y “Fausto”, de Goethe.
Deduzco que mi hija heredó mi condición de lector omnívoro, es decir, aquellos que picotean sin anclarse en un género determinado. Entonces me pregunto: ¿seremos los mismos después de haber leído un libro que nos cala hondo? ¿Influirán las lecturas en nuestra personalidad? Concluyo que sí, y para reafirmarlo, ojeo una edición de El Quijote que está en el estante inferior y leo este fragmento: “...y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenóse de fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles...”.
Frente al riesgo de que se me seque el “celebro”, pienso que ello ocurrió por cuanto el Quijote se obsesionó con los libros de caballería, por lo que para los lectores omnívoros como yo y mi hija, el riesgo de sequedad cerebral es menor.
R. Rigoter