Señor Director:

Algunos afirman que la naturaleza debe tener derechos resguardados por la Constitución; otros dicen que no, pues esta resguarda los derechos de las personas y no de las cosas (El Polígrafo, octubre 23). Si una ficción jurídica convierte en personas a las empresas, y por ello están protegidas por la Constitución, entonces basta otra ficción jurídica para convertir la naturaleza en persona, y que esté protegida por la Constitución. Después de todo, las personas somos solo uno de sus innumerables componentes.

Jorge Schaerer Contreras