Desaliento y frustración embargan a la mayoría ciudadana que es opositora a este Gobierno de derecha y desea una alternativa para el futuro de Chile. La situación derivada del fracaso de la negociación para ir a primarias legales del conjunto de la oposición en la elección de gobernadores regionales es muy preocupante para el desafío que tenemos por delante.
Solo la unidad del conjunto de la oposición en los sucesivos eventos electorales podrá cambiar la situación del país. Afortunadamente, con respecto al plebiscito del 25 de octubre próximo como así mismo de la elección organizacional para redactar la nueva Constitución, existe unidad total. A diferencia de la derecha, toda la oposición votará Apruebo y Convención Constituyente, pero ese primer paso no es suficiente para las tareas próximas de mayor envergadura. El fracaso parcial de la primaria para gobernadores es un llamado de atención, la disputa en cuatro regiones entre candidaturas del Frente Amplio y del nuevo bloque opositor, denominado Unidad Constituyente, es una señal de alerta.
El 29 de noviembre, fecha de las primarias legales para gobernadores regionales, en esas cuatro regiones tendremos cuatro candidatos electos pero solo por una parte de la oposición, en consecuencia es imprescindible generar un mecanismo de diálogo político entre el Frente Amplio y la Unidad Constituyente para enfrentar unidos en esas cuatro regiones al candidato de la derecha. De no ser así y que la oposición vaya dividida en esas regiones, le entrega una gran ventaja a la derecha. Siguiendo con el calendario electoral, es imprescindible hacer el mayor esfuerzo político para que en la elección de constituyentes la oposición logre construir una sola lista, hecho que garantiza que la mayoría en votos se exprese de igual manera en los asientos y bancas de los constituyentes. Si no logramos ese objetivo y finalmente la oposición se presenta en dos, tres o más listas, se repetirá en esta asamblea, fundamental para el futuro de Chile, lo que ya nos ocurrió en la última elección parlamentaria de diputados, en donde obteniendo la oposición en su conjunto el 62% de los votos, obtuvo sólo el 54% de las bancas de diputados. Mientras que, por otra parte, la derecha en una sola lista y solo con el 38% de los votos obtuvo el 46% de los asientos. La unidad en torno a la Convención Constituyente es aún más importante que cualquier elección parlamentaria o municipal, considerando que estamos hablando de la redacción de una nueva Carta Fundamental que regirá los destinos de Chile por las próximas décadas.
Es comprensible la búsqueda por parte de los partidos y movimientos de preservar la identidad y la fuerza relativa de los diversos partidos, pero por sobre esa legítima aspiración está el desafío de obtener una mayoría sustantiva para que la nueva Constitución exprese los cambios que Chile necesita hacia el futuro. Finalmente, está el desafío de la elección de 345 alcaldes y alcaldesas donde nuevamente es imprescindible lograr la máxima unidad posible de la oposición en cada una de las comunas mencionadas. El triunfo del plebiscito del 25 de octubre, el triunfo en la Asamblea Constituyente, el triunfo en las gobernaciones regionales, el triunfo en la elección de concejales y el triunfo en la elección de alcaldes y alcaldesas solo es posible si todos los partidos de la oposición colocan, por sobre toda otra consideración, a la mayoría ciudadana opositora que lo único que anhela es la unidad del conjunto de la oposición.