Señor Director:

La efectividad de las cuarentenas y barreras sanitarias ha ido bajando, tal cual lo previó el ex ministro Mañalich. Esto se debe al acostumbramiento y hastío de la población, junto a la difícil fiscalización del mal uso de permisos temporales y permisos de residencia. Por ello las personas que respetan las cuarentenas y barreras sanitarias están sufriendo restricciones a sus libertades básicas como lo son el libre desplazamiento y uso de segundas viviendas de manera desigual e injusta.

Se debería migrar al autocuidado con imposición de ocupar mascarillas en lugares públicos interiores, prohibir reuniones y eventos masivos, y exigir distanciamiento social en restaurantes y centros comerciales.

Si alguna comuna o región requiere una cuarentena —solo por sobrepasar su capacidad de camas hospitalarias o respiradores— se debería forzar con rigor y por no más de 15 días o hasta que se normalice la capacidad hospitalaria.

Cuarentenas y barreras sanitarias no respetadas masivamente deslegitiman la autoridad, son discriminatorias y mal ejemplo para la juventud.

Paul Fontaine B.