Las últimas cifras y las proyecciones del Banco Central indican que estamos en el valle de una recesión como pocas. Según las últimas cifras, el empleo dejó de caer y creció algo respecto del peor mes de este año. Pero la situación de nuestro mercado laboral todavía es crítica. Un millón y medio de trabajadores no cuenta con el empleo que tenía hace unos meses, un puesto de trabajo de cada cinco que existía en enero desapareció. Es difícil internalizar que el total de nuevos trabajadores sin empleo equivale a la población del Gran Concepción, más la conurbación La Serena-Coquimbo.

El empleo debe ser la prioridad económica número uno, dos y tres de Chile. Debemos ver cuáles son las medidas que favorecen que este millón y medio de chilenos vuelva a su puesto de trabajo. Hoy, debemos pensar más allá de cómo paliar la caída de ingresos vía ingresos de emergencia laboral, canastas de alimentos y el retiro de los fondos para nuestra vejez. Sin ellos en sus puestos de trabajo no podremos salir de esta crisis, no habrá ni ahorros pasados, ni impuestos, ni capital que liquidar que nos permita mantener nuestro consumo como país.

Cada iniciativa que se discuta debe pasar por el test ácido de si favorece o no la creación de empleo. Creo, y he sido un ferviente partidario, que debemos aumentar nuestra carga tributaria para financiar más bienes públicos y mejorar nuestra pésima distribución del ingreso, pero hablar de impuestos en esta situación me parece poco conducente. Estamos aumentando nuestra deuda y llegará el momento de ver cómo se pagará. En este momento, se requiere pensar y diseñar cómo levantaremos estos recursos una vez que este millón y medio de chilenos esté de nuevo en sus puestos de trabajo. El Ejecutivo debe llamar a la comisión comprometida en el acuerdo tributario de noviembre de 2019 para definir la mejor forma de levantar estos recursos cuando llegue su momento.

Segundo, tenemos que analizar ya, con medidas concretas puestas sobre la mesa, cuáles serán las políticas para ayudar a las empresas viables a levantar el capital de trabajo necesario para operar y así apoyar la creación de empleo. En este punto, se extraña que estas medidas no se hayan enviado al Congreso. Existen propuestas tanto del Ejecutivo como del Parlamento. El Gobierno ha planteado el subsidio a la contratación. Mientras que desde el Congreso se ha impulsado la compra de créditos tributarios por parte del Estado a empresas que pagaron sus impuestos por utilidades en los dos últimos años.

Tercero, es importante hacer un esfuerzo para agilizar las medidas que se encuentran en trámite legislativo que apoyen la creación de empleo, o la no destrucción del capital que tiene cada trabajador, como la ampliación de las políticas de protección al empleo (subsidio al desempleo). En este punto, debemos meditar sobre cuál es el aumento del ingreso mínimo conveniente para este millón y medio de trabajadores cesantes.

Cuarto, es fundamental ver si la liquidez del mercado financiero está llegando con todo el vigor que debiese. El crédito en esta crisis no se ha trancado como en otras, pero es importante revisar si el actual Fogape Covid es suficiente. ¿Cómo está la liquidez de los factoring?

Otros debates pueden crear un clima favorable para la contratación si se abordan de manera responsable. ¿Por qué no avanzamos en la reforma previsional de una vez por todas? Existe una comisión que ha analizado una serie de alternativas, y los senadores de oposición presentaron una propuesta concreta que tiene puntos de encuentro con el planteamiento del oficialismo.

La discusión más importante es la de la nueva Constitución. Este proceso tendrá un impacto en nuestro desarrollo. En el corto plazo, lo principal es que todos participemos y que el resultado sea el reflejo de cómo los chilenos queremos avanzar en este período tan complejo, y no sea interpretado como el resultado de la contienda entre posturas extremas.

La recuperación de nuestra economía y del empleo está estrechamente ligada a la evolución de la pandemia. Las medidas que el Gobierno adopte y el compromiso de cada uno con las medidas sanitarias permitirá no solo que ese millón y medio de chilenos vuelva a su trabajo, sino que contribuirá a salir de esta crisis.