A Lionel Messi de seguro le gustaría el bolero “Cariño malo”, interpretado por Palmenia Pizarro, para tararear lo del amor perverso, meterle algo de fingimiento y terminar con un sentimiento llorado, pero eterno, porque el cariño nunca se va.
Y si eso ocurre, en esa situación extremo e inusual, queda el contrato.
Y son muchos años de contrato y de estrecha relación entre el club y el jugador: veinte, nada menos.
Entonces a Messi le piden una frase el bronce o para el titular, que vendría siendo lo mismo: “El Barcelona me lo dio todo y yo se lo di todo”.
Excelente, no hay nada más que decir, después de eso todos somos “culé”.
Lionel Messi anda por los 33 años de vida, antes se decía la edad de Cristo, y el caso es que resucitó, es cierto que tardó una semana y más, pero fue porque era demasiado el papeleo y muy ciertos los disgustos sufridos. Necesitaba que le leyeran de nuevo el documento, es que son varias páginas y no digamos la cantidad de acápites en letra chica. De especial interés es la cláusula de salida y por eso la revisión al revés y al derecho, porque donde se lee 700 millones de euros, por irse antes y enojado, nada mejor que la relectura: efectivamente, es lo que dice.
Entonces el papá, el agente y la gente cercana, opinaron del mismo modo: “Che, quedáte”.
Se han ido tantos de Barcelona, algunos más enojados y otros menos, esos son jugadores comunes y silvestres, pero no son Messi, por como juega, por lo que ha ganado (copas, balones de oro, campeonatos, plata) y por las dos décadas en el club. Eso no lo cuenta nadie.
Ahora partieron las figuras laterales, entre ellos el fogoso Arturo Vidal, que comprobó que el único rey es Messi, y el resto son señores de la corte, un día noble y al otro bufón: Luisito Suárez, Iván Rakitic, Samuel Umtiti y el chileno, que encajaron con dificultad y sorpresa la llamada telefónica de un holandés que hablaba español, con acento catalán. Era Ronald Koeman, el flamante entrenador.
¿Cuántos han sido, Lionel, sin contar a Pep, por supuesto?
-No sé, de memoria son Luis Enrique, Tito Vilanova (Q.E.P.D.), el Tata Martino, Ernesto Valverde, Frank Rijkaard, que me hizo debutar con 17 años, tres meses y 22 días; y finalmente don Quique, que se acaba de marchar.
Koeman, que a nadie le quepa duda, es el nuevo mejor amigo de Lionel Messi. Y de seguro le va a consultar por refuerzos y compañeros que le gustarían, sería absurdo desaprovechar su experiencia y conocimiento del club.
¿Alexis, de nuevo?
—Y no.
¿Te gustaría Lautaro?
—Y no sé, no es que no quiera, es que no sé.
El Barcelona es más que un club y ahora lo consiguió: Lionel Messi es más que un jugador.
“Soy sincera al confesar que aún te quiero cariño malo…”.