Andábamos todos contentos el lunes y sonreíamos detrás de la mascarilla. No era para menos. Volvió el fútbol a las canchas y no hubo puntos negros en el esperado retorno. Teníamos distintos temores, pero ninguno se concretó. Se jugó bien, hubo continuidad y nadie se lesionó, ni siquiera Matías Fernández. No hubo problemas con el público, principalmente porque no había, ni con los arbitrajes —ahora con nuevo mando— ni con el VAR. ¿Qué más puede pedir un aficionado o un comentarista? Poco o nada. Personalmente, ni siquiera eché de menos al público en las tribunas (tampoco lo había extrañado en la final de la Champions).
Hay varios personajes y situaciones que son candidatos a lo mejor de lo que faltaba de la fecha.
Hay un apunte que es histórico: el gol de Esteban Paredes. No le sirvió de nada a Colo Colo, pero sí a su autor, que dejó atrás todas las discusiones sobre quién es el goleador histórico del fútbol chileno. Completó 217 y se acabó la duda: superó por uno a Francisco “Chamaco” Valdés. Adiós discusión. ¿Y le cuento algo más? Le está pegando cada día mejor a la pelota el histórico. Le da como quiere y la pone donde quiere. El gol del récord tuvo su sello. Tengo la sensación de que la carrera de Paredes no está ni cerca de terminar, por mucho que sume años. En su futuro se advierten la habilitación y el gol, para lo que no necesita correr. Carlos Campos, en la década de los 60, terminó siendo un gran habilitador, de pelotazos largos y profundos a la derecha para Pedro Araya, sin tener los recursos técnicos que tiene Paredes. Así es que conviene no ponerle fecha a la despedida, sin que importe el club en que se retire.
No se pueden destacar todos los candidatos para la gran figura de la fecha porque hay muchos. No se puede dejar de mencionar a Diego Sánchez. Hizo cosas buenísimas, como lo que evitó frente a Zampedri, a Lezcano y otra que olvido. Notable, de gran arquero. Así es Sánchez, autor de maniobras de lujo. Y de las otras, como sabemos. No fue el único arquero que lució. Viana hizo méritos en el arco de Wanderers y aportó en el triunfo del decano sobre un Cacique que no alcanza a disimular sus problemas defensivos: casi en el área chica había tres atacantes porteños acosando a los dos centrales albos para el 1-1 transitorio de Ubilla. Y si Viana lució en su arco, lo propio hizo Castellón, también del vivero verde, en el de Huachipato para defender el triunfo acerero en Coquimbo atajándole un penal a Mauricio Pinilla.
Está dicho que no hubo problemas con el arbitraje. Ni siquiera en San Carlos de Apoquindo, donde fueron anuladas dos jugadas terminadas en gol del local y hasta entonces invicto. Ambos autores, Fuenzalida y Zampedri, estaban claramente en offside. ¿Habrá perdido solamente el invicto la Católica? Entretanto, sus seguidores de “Alta la Frente” aprovecharon de celebrar en agosto un nuevo aniversario del club.
Y hasta se fue agosto. ¿Qué más pedir?