A partir de la incorporación a las filas de la socialdemocracia del alcalde de Las Condes y del presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, parece correcto aclarar, para evitar confusiones, qué es ser un socialdemócrata (SD) en el Chile del presente. Teniendo claro lo que vamos a presentar, capaz que los mencionados anteriormente revisen su adscripción.
—Ser SD en materia institucional es adherir sin complejo alguno a la democracia liberal occidental, es decir, separación de poderes, alternancia en el poder, libertad de expresión y sufragio universal libre, secreto e informado para todo nivel de representantes.
—Es respetar los derechos humanos a cabalidad, los políticos, los sociales, los económicos y culturales, sin aceptar ninguna justificación ni contexto para relativizarlos.
—Ser SD es ser feminista, erradicar el machismo y la violencia intrafamiliar y hacer propias las reivindicaciones de género en materia política, económica, social y cultural.
—Ser SD en materia de pueblos originarios es lograr un Estado Plurinacional, un ministerio de pueblos indígenas, un consejo de los pueblos y escaños reservados para todo tipo de elecciones.
—Ser SD en materia de cultura y valores es haber sido partidarios de la abolición de la censura y de la pena de muerte, de la ley de afiliación, de la ley de unión civil, de la ley de divorcio, del aborto terapéutico en tres causales, de la entrega gratuita de la píldora y en el futuro, del matrimonio igualitario con adopción y de la eutanasia.
—Ser SD es avanzar hacia derechos universales y abandonar la focalización en políticas sociales.
—Ser SD es respetar el medio ambiente para hacer el desarrollo sostenible y sustentable, evitando todo territorio de sacrificio.
—Ser SD es ser responsable fiscalmente, preocupándonos siempre de los equilibrios y de combatir permanentemente la inflación.
—Ser SD en materia tributaria es aumentar la carga actual en a lo menos 5 puntos del PIB, logrando que paguen más los que tienen más, luchando contra la evasión y la elusión y que en la recaudación tributaria los impuestos directos sean superiores a los indirectos.
—Ser SD es mantener una economía abierta al exterior, con un mercado asignador de recursos y respeto e incentivo al emprendimiento privado.
—Ser SD es promover el Estado laico, otorgándoles garantías a todos los pensamientos y religiones.
—Ser SD es promover un desarrollo con integración al mundo de mayor producción, que implique conocimiento, innovación y tecnología.
—Ser SD es luchar por un Estado solidario, que reemplace al Estado subsidiario.
—Ser SD es aspirar a que en la futura nueva Constitución, en su artículo Nº 2, el Estado de Chile les garantice a todos sus ciudadanos, independientemente de su capacidad económica, el derecho a la salud, a la educación, a un empleo decente, a la vivienda y a una pensión digna.
—Lo anterior para un socialdemócrata implica un sistema único de salud con cotización universal y no dos subsistemas, como hoy. En educación, de lo que se trata para un SD es fomentar o auspiciar o promover una educación estatal de calidad y de acceso universal. En materia laboral, un SD estará por la titularidad sindical, la negociación por rama en la mediana y gran empresa y el fortalecimiento del sindicalismo y la negociación colectiva. En materia de vivienda para un SD, es disminuir rápidamente el déficit en esta materia y en consecuencia, la erradicación definitiva de los campamentos. En materia previsional, un SD está por un sistema mixto y que le garantice a un 95% de los chilenos un pilar solidario como el actual.
—Finalmente, ser socialdemócrata es votar Apruebo y Convención Constituyente el próximo 25 de octubre, para construir un Chile más libre, más próspero y, sobre todo, más justo para todos.
Es de esperar que los que se han incorporado a la socialdemocracia en el presente y en el futuro, tengan en su decisión presentes estos principios y orientaciones para que no se preste para equívocos.