“Se extraña la competencia, volver a pegarle a una pelota. Ojalá podamos regresar luego a la actividad, sabiendo que la salud es lo más importante”. Poco antes de retomar los entrenamientos, en el Centro Deportivo Azul, Joaquín Larrivey abordó el panorama que vive el fútbol y el país en medio de la pandemia.

—¿Hay ansiedad por volver a jugar?

“Por supuesto que hay ansiedad. Era mucho tiempo sin entrenar en cancha y ayuda ver a los compañeros. Todos queremos volver a jugar, siempre que las condiciones estén dadas. Hay que ir paso a paso”.

—¿Alcanzarán a iniciar el campeonato el 14 de agosto, como se pretende, luego de cuatro semanas de entrenamiento?

“La fecha de regreso depende de la situación sanitaria. Confío en que las personas que están a cargo tomen la decisión más acertada. Todo es muy discutible, muy opinable, pero prefiero no referirme a eso, sobre todo en materias donde hay gente más preparada. A uno solo le queda trabajar lo mejor posible para ese regreso. Sabemos que jugaremos partidos muy seguidos, pero en mi carrera siempre he respondido en esas instancias. Confío en que eso no cambiará cuando vuelva el torneo”.

—¿Sirvió el teletrabajo? ¿Cómo era su día en encierro?

“Arrancaba temprano. A las 10 entrenábamos vía web, después entretenía a los nenes, comíamos y por la tarde de vuelva a entrenar junto a mi señora… Hicimos un buen teletrabajo, fue productivo. Sacamos cosas muy buenas. Con este ‘parate' y luego en el regreso, lo más difícil será el tema mental, sacarse todo esto de la pandemia de la cabeza, porque uno siempre piensa en sus cercanos; la familia, los amigos, los compañeros, en que nada les vaya a pasar. Cuando volvamos a jugar, al principio será difícil para todos, pero estaremos todos en la misma situación, nadie tendrá ventajas. Lo que más se extraña es jugar al fútbol, estar en competencia. Va a costar al principio, pero esto es como andar en bicicleta, son cosas que no se olvidan. Las ganas suplirán la falta de ritmo”.

—¿Existe temor de que haya contagios masivos al reanudar el torneo y se vuelva a suspender?

“Hay mucha incertidumbre. Es tan nuevo esto, que uno no sabe qué pasará. No hay seguridad de nada, pero esperamos que cuando vuelva el fútbol sea lo más seguro posible para todos”.

—¿Cómo ha tocado esta pandemia a su familia en Chile y Argentina?

“Mi gente mayor está en Argentina. Mi viejo, por ejemplo, no sale y está al cuidado de mis hermanos. Acá en casa, con mi señora tratamos de llevar el encierro lo mejor posible, sabiendo que a mis dos ‘chicocos' es a los que más les cuesta”.

—¿Cómo ve lo que hoy se vive acá, en su país y en la región en general?

“Es una situación extremadamente compleja. Las diferencias que se ven entre las clases sociales en Sudamérica son muy notorias y con esta pandemia se notan aún más. Siempre los más perjudicados son los que tienen menos, porque muchos tienen que salir a trabajar, porque de lo contrario no comen. Seguro que a ellos también les gustaría quedarse en casa, pero si no salen no se alimenta su familia. He visto mucha solidaridad entre la misma gente que menos tiene”.