Marcelo Bielsa cumplirá 65 años el 21 de julio. El ascenso del Leeds United a la Premier League es el regalo que el rosarino se hace en esta etapa final de su carrera. Lo merece él y su equipo de colaboradores, que trabajó en silencio, después de la frustración de la temporada pasada.
Para un hombre que ama el fútbol como Bielsa, que lo siente un espacio en el que conviven la inventiva, la libertad, el sacrificio y el rigor, pero ante todo la pasión, dirigir en Inglaterra era la horma de su zapato. En el país que inventó este deporte maravilloso, donde en la Eurocopa 1996 cantaban que lo habían creado, que no eran buenos, pero que lo vivían como nadie, el rosarino festeja junto a un pueblo que se enamoró de la propuesta en la cancha, pero ante todo de la convicción.
Los hinchas congregados en Elland Road con seguridad miraban nostálgicos un pasado a veces ganador, casi siempre protagonista, pero ante todo ilusionante. Bielsa, después del mal paso en Lille, hizo lo mismo que en Chile, Bilbao y Marsella: dar confianza, convencer de que era posible luchar por un objetivo y no claudicar, aunque la frustración llegara, como sucedió en el campeonato anterior ante el Derby County.
El fútbol a veces alinea los planetas. Un devoto del protagonismo en la cancha, que goza con el folklore futbolero, merece dirigir en la Premier League. Una liga ultra profesionalizada, pero que a diferencia de otros campeonatos, mantiene el vínculo con la gente. Por eso sus tribunas repletas son una marca registrada y el pasto parece más verde y lindo que en otros lados. La serie Sunderland de Netflix, con las venturas y desventuras de un equipo pequeño, pero tradicional, ejemplifica ese amor que en Gran Bretaña sienten por los colores que abrazaron en la infancia.
Si bien los contratos de Bielsa son anuales, la lógica apunta a que encabezará el retorno. Es natural que arme un nuevo equipo. La exigencia y distancia entre la Premier League y el Championship es kilométrica. Con seguridad los propietarios del Leeds tienen claro esta realidad, porque es necesario un reforzamiento amplio del plantel. Con ideas y mística no alcanza. La materia prima, los jugadores, fueron, son y serán la matriz.
Como pocas veces, el fútbol y uno de sus servidores están en paz. En Sudamérica, si la Premier League ya era un caramelo, con Bielsa en el Leeds United el interés se acrecentará. Un motivo más para sentarse en las mañanas de cada fin de semana a seguir un torneo que jamás olvida a los hinchas.
Buena semana también para el fútbol local con el retorno a los entrenamientos. Será un proceso complejo, por lo inédito, el que transitarán los cuerpos técnicos, pero en especial los preparadores físicos y departamentos médicos. Como decía el profesor Luis Bonini, la mano derecha de Bielsa por casi dos décadas, “cuando el tren viene lanzado y se para, es muy difícil volver a echarlo a andar”.
Los futbolistas, salvo en las lesiones graves, casi nunca paran. Por eso, todo lo que vendrá, es una incógnita. Si no, pregunten en Barcelona…