Esta es una ficción —con las estrategias del documental— acerca de Family Romance, una compañía que presta servicios de sustitución de personas, y de su creador, Ishii Yuichi, un emprendedor que detectó esta extraña necesidad en la sociedad de Japón —pero podría ser de todo el mundo. ¿Qué es esto de la sustitución? Family Romance puede proveer de un padre muerto, un marido ausente, un familiar perdido, incluso los acompañantes de una boda o un funeral. Se trata de personas reales, por supuesto; “actores”, en el sentido menos riguroso de este oficio.
No sabemos cómo lo hace exactamente esta compañía. La idea aproximada la proporciona Werner Herzog, que concibió, escribió y dirigió incluso la improvisación de todas las situaciones. En la principal, la que articula el relato, el mismo Ishii Yuichi se presenta a Mahiro, una niña de 12 años, como el padre que la abandonó cuando aún no cumplía 2. La gran cosa es cómo sale de ese lío.
En el género de la falsificación por excelencia que se da en llamar mockumentary, Herzog acumula una simulación encima de otra. No se advierte una especial preocupación (a pesar de que ha dicho lo contrario) por convertir el simulacro en alguna forma de realismo, aunque sea improvisado: las escenas tienen más de un ángulo de encuadre, se advierten ensayadas y la cámara está demasiado cerca para ser inadvertida. Lo único que tiene alguna pureza documental es el instrumento más impuro: el dron que vuela sobre Tokio.
Werner Herzog tiene ganado su lugar como el cineasta que ha explorado con más obstinación los límites de la experiencia humana. No es un innovador en el lenguaje fílmico, sino un cineasta de rasgos clásicos que adopta estrategias de urgencia para capturar los momentos más extraños de las más extrañas situaciones que descubre y es un hecho que con eso difumina la frontera entre la realidad y lo inverosímil. La extrañeza de
Fata Morgana (documental) y la de
También los enanos comenzaron desde pequeños (ficción) tienen, en verdad, alta familiaridad.
Pero esto es otra cosa. No hay extrañeza en
Family Romance LLC, sino un exotismo turístico, como el de un programa de viajes. La falsedad brota por todos lados, sugiriéndole al espectador, no que adquiera la distancia crítica brechtiana, sino más bien que no sea estúpido.
En la versión que exhibe MUBI, hay además una introducción de Herzog, de unos nueve minutos, y al final una conversación con Daniel Kasman, de unos doce minutos. Es verdad que es como el cómico explicando el chiste, pero siempre resulta reconfortante ver a un hombre como Herzog entusiasmado incluso con sus momentos más bajos.
Dirección: Werner Herzog.
Con: Ishii Yuichi, Mahiro Tanimoto, Miki Fujimaki, Takashi Nakatani, Kumi Manda, Yuka Watanabe, Jin Kuroini, Airi Coats, Shun Ishigaki, Tetsuro Mori.
89 minutos.
En MUBI.