La pequeña historia se concentra en el título de un cuento de Edgard Allan Poe, porque el Leeds de Marcelo Bielsa juega hoy, el jueves y el próximo domingo: Swansea de visita, Barnsley de local y como forastero con el Derby County.

Después de ese momento restará una fecha para el final —el miércoles 22 recibe al Charlton— pero habrá que arriesgarse y asumir que a esas alturas “¡Alea jacta est!”, que es la frase que pronunció Julio César antes de cruzar el río Rubicón, y en latín, además hablaba griego, y la traducción, como se sabe, es la siguiente: “¡La suerte está echada!”. Sin “h”, por cierto, muchos se confunden, pero no hay mejor receta ortográfica que pensar en lanzar, tirar, depositar, despachar, empujar, arrojar o precipitar, porque todo eso es sin “h”. ¿Y el resto? Con “h”, por supuesto, y así, entonces, la suerte se echará durante la semana de los tres domingos, aunque un día es jueves, pero tampoco hay que ser tan fijado, porque nada es perfecto y nadie es perfecto, el título de la biografía del director Billy Wilder, que en realidad escribió Hellmuth Karasek, periodista y escritor alemán que murió en 2015.

Para que el título del cuento encaje debe ser así: tres domingos, para que con suspenso y angustia se resuelva el misterio sobre el Leeds United y si ascenderá como el uno de la liga, el dos de la competencia o si será eliminado en los playoffs, como en la pasada temporada, debido a un arquero torpe y manos de mantequilla, que no en vano lleva el nombre de Kiko, y que en la vecindad de El Chavo sería Quico.

El mundo es tan imperfecto que el viernes recién pasado murió Jack Charlton, hermano de Bobby, campeón en el Mundial de 1966 y que en 773 partidos, entre 1952 y 1973, solo defendió a un equipo en toda su vida: el Leeds United. Fue un defensor con una pata dura y otra de fierro, distinguido como Oficial de la Orden al Imperio Británico, al igual que Tom Jones o el cómico Norman Wisdom, famoso en los años 50, por las películas “Norman recluta” y “Esta perra vida”.

Charlton no llegó a la semana de los tres domingos y a los 85 años murió durmiendo, y esa alternativa, dicen los que no saben, porque a nadie le consta, es una buena forma de morir, a menos, claro, que sea durante una pesadilla, porque en ese caso la persona no parte al cielo con el sueño, sino al infierno con la pesadilla.

Marcelo Bielsa, en cambio, llegará vivo al desenlace y casi como adulto mayor, porque cumple 65 el próximo 21 de julio.

¿Qué tiene ver Poe, Julio César, Norman Wisdom, la biografía de un director o las frases en latín, con el fútbol? ¿Dónde está la pelotita y la pichanga, que no se ve por ningún lado? Le faltó meter a Churchill no más.

Es verdad.

Nada de lo anterior importa, ni la literatura ni la historia y tampoco el cine, si el Leeds no sube.

Vaya para el final, entonces, una frase del ministro inglés: “La mejor lección de la vida es saber que incluso los tontos tienen razón algunas veces”.