El experimentado delantero Esteban Paredes, en defensa de sus 216 goles y del récord histórico, preguntó con sorpresa y enojo: “¿Hay un reglamento o no hay un reglamento?”.
La respuesta es que hay y no hay, pos compadre, porque estamos en Chile ¿o no te has dado cuenta? Esteban de los goles ¿qué pasa contigo, hermano? ¿dónde quedó la experiencia acumulada, aaah? ¿y la habilidad, picardía y buena ubicación, sobre todo en el área grande y no digamos en la chica?
¿De qué se trata todo esto? De la ANFP y su imperio, no seamos aturdidos. Se trata del organismo rector del fútbol chileno ¿no te has dado cuenta, terrible goleador?, que estamos hablando de la instancia máxima del balompié nacional. Estamos hablando del ente, así que acá no caben los pajaritos de Dios ni los caídos del catre ¡por favor!
Compadre Paredes, toda ley tiene su letra caligráfica y bonita, pero también su espíritu, alado generalmente.
Si la dualidad la entendemos como corresponde, entonces nos vamos entendiendo; y si no, no. (Aunque a la larga igual nos vamos entender).
El criterio estrecho, léase la dura letra, se aplicó el pasado jueves 25 de junio, no tengo claridad del huso horario, pero fue cuando Rodrigo Robles, gerente de operaciones, señaló que eran 215 no más. 215 las dianas, goles, anotaciones o tantos convertidos: doscientos quince. ¿Lo querís en numeración romana? Ni un problema, deja sacar la calculadora, ah no, estoy puro tonteando. A ver lo busco en Google, pero para confirmar, porque lo tengo en la punta de los labios. Listo: CCXV. Lo siento, compadre, quedó en empate con el finado Francisco Valdés, que si se entera, porque nunca se sabe, desde acá le decimos Chamaco, amigo, aquí no ha pasado nada, y es un empate a 215, Paredes contigo.
El criterio amplio, léase el espíritu angélico de la ley, también llamado lectura humanística criteriosa, se aplicó al día siguiente, viernes 26 de junio, no sé la hora, cuando ese idéntico funcionario se iluminó administrativamente de manera opuesta. En definitiva, querido Esteban, donde el guarismo indicaba CCXV, lo que correspondía era CCXVI ¿o sea? ¿cómo? ¿o sea? O sea doscientos dieciséis y aquí no ha pasado nada y por algo la familia del fútbol te llenó con lo que más le gusta a la familia del fútbol: placas, diplomas, galvanos, preseas, trofeos, premios, murales, medallas, copas. Y si te falta algo, ponle no más, porque entre ponerle y no ponerle ¿cuál es la receta ideal? Ponerle. 216, compadre. Además, Chamaco ya hizo lo suyo, dejémoslo descansar en paz.
Así que felicitaciones.
Un saludo afectuoso de la ANFP, organismo iluminado.
En otras palabras: un abrazo cariñoso de parte del ente rector.