La semana que se va permite reconstruir tres hitos que marcaron el fútbol local.
A 29 de años del título de Colo Colo en la Copa Libertadores, la proeza del equipo de Mirko Jozic cobra mayor realce. Más aún después de observar los rivales que dejó en el camino desde cuartos de final, cuando eliminó a Nacional de Montevideo, Boca Juniors y la consagración definitiva ante Olimpia.
El paso del tiempo atesora a ese cuadro implacable en el Monumental, que abría la cancha con Gabriel Mendoza, Jaime Pizarro, Patricio Yáñez, Marcelo Barticciotto y Rubén Martínez, aunque el zurdo forjado en Cobresal hacía daño con su olfato goleador. De visitante cerraba la puerta, no se ponía colorado y aguantaba. Eran dos Colo Colo.
Un segundo registro nos lleva al cuarto de siglo de la consagración de Iván Zamorano como campeón en Real Madrid y goleador de la Liga Española. Un futbolista único en nuestro medio. Lo echaron de Colo Colo a los 12 años, enfrentó la muerte de su padre, partió al final de la adolescencia a El Salvador para integrarse a Cobresal, se fue a Los Andes para transformarse en goleador del ascenso en Cobreandino, lo vendieron al Bologna, pero no jugó y en definitiva ancló en Saint Gallen, donde los días cortos convocan a la nostalgia.
Nada de eso amilanó a Zamorano. Su carrera nos entregó la cabeza más fuerte en la historia del fútbol chileno y quizás del deporte nacional junto a Nicolás Massú. A “Bam Bam”, salvo ese cabezazo extraordinario y su rechazo de basquetbolista de la NBA, no le sobraba nada, pero daba lo mismo. Su rebosante actitud de campeón hizo la diferencia entre un crack y una leyenda.
El tercer recuerdo es más fresco. El estreno de la serie “El Presidente” de Amazon Prime, desde la ficción, trae una vez más la figura de Sergio Jadue a colación. A la espera de la sentencia en Miami por sus fechorías al mando de la ANFP, es posible que la historia inquietara en los recovecos del fútbol chileno.
La narración se toma algunas licencias, pero quienes lo llevaron al poder, lo afirmaron en el sillón cuando las evidencias y las investigaciones periodísticas obligaban a tomar posturas, con seguridad no durmieron como lirones estos días. En O'Higgins están tranquilos. En su momento dijeron lo que correspondía, pero no hubo respuesta de sus pares.
Justo cuando la ANFP inicia su proceso eleccionario, un grupo encabezado por los clubes grandes levanta la candidatura de Pablo Milad, quien renunció a la intendencia del Maule para lidiar con Lorenzo Antillo. La idea madre es que los equipos comprados o controlados por representantes de jugadores o especuladores financieros no se tomen el sillón de Quilín. Una situación extrema, que por ahora deja atrás los proyectos. En una resolución crucial, se apuesta por dos dirigentes de clubes sin presión, que al igual que Sebastián Moreno, no disponen de la trayectoria suficiente y tampoco, a lo largo de su vida directiva, ofrecieron ideas o un discurso lúcido y consistente.
El tiempo nos demuestra que no basta con la voluntad y la bonhomía.