La FIFA acaba de establecer nuevas normas para faltas, tarjetas o comunicarse con el VAR, y de paso clarificó otras, algo habitual con las leyes del fútbol, que se modifican según la configuración del espectáculo, donde el ojo implacable de la filmación es más justo que los jueces y por tanto muy severo con los mismos jueces.
A los árbitros hay que ayudarlos a sentir, porque el VAR les cambió la vida primero a ellos, después a los jugadores y finalmente a los espectadores.
Se aclararon cosas, pero vamos por partes por dos motivos: cada norma debe analizarse a fondo y además no hay temas, así que hay que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy.
¿Dónde está la mano en el fútbol?
La nueva disposición lo aclara, por la parte superior: “el límite del brazo en el punto inferior de la axila”. Por la parte de abajo son los dedos. Lo que pega en esa zona es mano.
Primera pregunta: ¿axila y sobaco es lo mismo?
Entonces, si da en el hombro no es mano, sino que es hombro. En realidad eso siempre ha sido así, desde que existe la anatomía y el fútbol, incluso se pierde en los tiempos de la creación y así nacemos: con hombros y manos. Eso está claro.
También llegamos al mundo con brazos y manos, que son secciones distintas, pero el fútbol estableció lo opuesto: son lo mismo. Afuera del área es falta y puede que amarilla, y adentro es penal y amarilla segura, y quizás roja. Brazo es mano y mano es brazo. Es mano de todas maneras.
¿Y si pega en el húmero? Si pega en la carne que rodea el largo hueso de la parte superior del brazo, digamos lo que va entre el codo y el hombro, sí: es mano. Para decirlo claramente: si pega en el húmero es penal.
¿Y si pega en el acromio clavicular? Deje decirle algo para empezar o para terminar, porque en estos tiempos nunca se sabe: no soy especialista, soy periodista. Así que no caigamos en la fábula del isquiotibial izquierdo o derecho.
Descendamos a zonas populares: ¿si pega en la escápula? Escápula y omóplato son la misma cosa, incluso omoplato, sin acento, porque ambas acepciones se aceptan. No es penal, porque en la parte plana sería espalda, pero hay una extensión por el lado que invade el hombro, y esa prolongación podría estar en el límite del brazo en el punto inferior del sobaco. Hay axilas y axilas. Hay personas y personas.
El fútbol, entonces, es así, extenso, ilimitado y no se sabe dónde acaba.
Hay algunas cosas claras, escasas, y la mayoría son discutibles e inesperadas.
Sabemos, al menos, que si pega en la espalda no es mano.
En ese lugar le cayó la hojita de tilo a Sigfrido y fue su único lugar vulnerable, porque Sigfrido se bañó en la sangre del dragón, que parece que es donde se zambulló el señor Sergio Jadue, porque no hay manera de juzgarlo y atraparlo.
En fin, hay que esperar que pase la peste y nunca olvidar esa vieja frase fría y nórdica: “Todo hombre tiene su hoja de tilo”.