Hay noticias que la ciudadanía espera. Por ejemplo, que el maligno virus está en retirada. Otra: que los chilenos nos hemos unido fraternalmente ante la tragedia. Que sobran mascarillas, que desciende el número de idiotas que confunden la cuarentena con vacaciones y que se deroga la surrealista disposición ministerial que se las otorga a los estudiantes desde la próxima semana. ¡Y que vuelve el fútbol! Con público o sin público no importa, la cosa es que vuelva.
Pero no se producen las noticias que la ciudadanía espera. El virus sigue, los idiotas aumentan y las vacaciones siguen decretadas.
Hay una, sin embargo, que debe celebrarse. Viene de Iquique, cuyo club ha decidido comprar un “Túnel sanitizante” (leí que se debe decir “desinfectante”), que se importará desde China (¡!) para ser usado cuando vuelva el fútbol a las canchas. Al ingresar al estadio, jugadores y demás personas deberán pasar por el túnel, que detecta virus y bacterias que los pasantes puedan llevar en sus ropas y manos, según describe la publicación. Gran noticia que se vincula, además, con el retorno a las canchas.
Se me ocurre que esta muy buena iniciativa debe ser imitada por los demás clubes en sus canchas y sedes. Por todos, excepto los de Segunda División, a los que no les alcanza ni para mascarillas. Deberían instalarse los túneles, asimismo, en las dependencias de la ANFP, cuyos personeros deberán recorrer no al llegar, sino al salir… Y en las oficinas de los representantes de jugadores. Y en la sede del Sifup.
Hay gente infectada en todos lados y no solo por el coronavirus en su versión más actualizada. Hay tantas infecciones. Se me ocurre, por ejemplo, que podría haber un Túnel de la Verdad. Usted ya sabe de qué se trata: que los que lo transiten salgan diciendo solo verdades.
Sería interesante que pasara por ese túnel Aníbal Mosa y demostrara que es un generoso ciudadano de buen corazón. Lo digo porque en la noche del martes lo felicité en Twitter, a él y a su familia, por el préstamo de su hotel en Puerto Montt para que la autoridad sanitaria lo use como recinto hospitalario para pacientes con coronavirus. Sin costo, a diferencia de los propietarios del Espacio Riesco.
No pasó mucho antes de que alguien me contestara tildándome de inocente (lo que casi siempre es cierto) y que lo del préstamo del hotel es solo “lavado de imagen”, una imagen muy dañada después de la construcción del Mall de Castro, ese adefesio arquitectónico del holding de la familia del presidente de Colo Colo (Pasmar).
En verdad, creo que no va por ahí la cosa y apuesto por la generosidad familiar. Pero igual me quedaría más tranquilo si pasara por el túnel.
También me gustaría que lo usara Sebastián Moreno, en entredicho por su actuación en un oscuro episodio de Codelco. Se lo acusa de obstrucción a la investigación de un robo de concentrado de cobre en la División El Salvador. La causa no está formalizada y se ha pedido el sobreseimiento de Moreno, que en la época de los hechos investigados (2011, 2012) era abogado de la empresa. También creo en su inocencia, pero a la salida del túnel.
Y también Gamadiel García, que tiene una particular versión de algunas palabras. “Solidarizar”, por ejemplo, para él es “No trabajar”.