Recién comenzada una nueva década, siguen haciéndose predicciones sobre cuáles serán las tendencias que marcarán la gastronomía. Desde Europa se vaticina, entre otros, que seguirá la fiebre por los fermentados. Además, que los envases de la industria serán reciclables o compostables, en una clara alusión a la preocupación por el medio ambiente.
Se habla también de que la
jackfruit será la fruta de moda, como en su día lo fue el coco o la papaya. Desconocida aún, es una fruta de varios kilos que se da en el sur de Asia y que tiene muchas cualidades. La tendencia a no consumir productos animales continuará creciendo y las algas serán las grandes reemplazantes.
Respecto del chocolate, se apreciará más el preparado artesanalmente y sin tantos procesos químicos. La conciencia de lo que se come y su impacto ecológico irá aumentando y cambiando todo. Finalmente, lo analcóholico ganará terreno… En fin, son apuestas por lo que se viene.
Y antes de que se nos venga marzo, aprovechando la brisa de las tardes, nada mejor que darse una vuelta por Tigre Bravo, una “chingana” peruana, un lugar informal y sencillo, donde se cocina con mucho sabor, en pleno Drugstore. Allí, Emilio Peschiera, gran precursor de la gastronomía de ese país en Chile, se instaló con un local muy cálido. Luego de su larga trayectoria, volvió a empezar sin complejos ni prejuicios.
Aquí se sirven los platos tradicionales. Los cebiches son el mejor comienzo para ir tanteando la mano. Deliciosos, así como los tiraditos. Para seguir, arroz con pollo, seco de vacuno, picante de camarones o tallarín salteado, entre otros. Todo bien preparado, con la sazón que los caracteriza y un servicio amable.
De postre, crema volteada, suspiro limeño o helados. Hay también las bebidas típicas para conversarlas con un piqueo. Una cocina sencilla, honesta y que, por lo mismo, cautiva. Con mucho sabor y cero pretensión.
TIGRE BRAVODirección: Andrés de Fuenzalida 48
Reservas: 232872837
Precio por pareja: $40.000
Cerrado los domingos.