El coronavirus chino es un lío y ya hablamos de él la semana pasada en este mismo espacio.
Por eso, en esta oportunidad voy a referirme a otro virus: al Virus de la Corona. Tiene un parecido homónimo con el coronavirus, pero ambos no tienen nada que ver entre sí.
El Virus de la Corona (al menos la cepa que brotó en Chile en las últimas semanas) ataca solamente a personas de derecha y en circunstancias muy específicas.
En este caso, atacó a varios personajes de Chile Vamos, a partir del llamado a plebiscito del 26 de abril próximo, cuando habrá que votar Apruebo o Rechazo para la elaboración de una nueva Constitución política desde cero.
Es cierto que la opción Apruebo fue en su momento abrumadoramente mayoritaria; en todo el espectro ideológico, durante varias semanas, desde el mismo 15 de noviembre, que es cuando se llegó a un acuerdo político transversal para iniciar un proceso constituyente.
Pero con el correr de los días, mucha gente empezó a sospechar que había gato encerrado en todo esto. Porque la violencia seguía presente en las calles y un ambiente amenazante empezaba a instalarse no solo en los sectores de la izquierda ultra, sino también en los grupos supuestamente moderados de la izquierda.
Era algo así como “si no ganamos nosotros por paliza, entonces se viene un nuevo estallido social, peor que el primero”. En el Congreso, paralelamente, comenzaron a proliferar las acusaciones constitucionales contra el propio Presidente y contra sus funcionarios. Ninguna ley se aprobaba por la oposición si no era exactamente a su gusto. La PSU no se pudo rendir normalmente y cada tanto la violencia regresaba; en los partidos de fútbol, en los festivales veraniegos, en la calle cualquier día.
Amplios sectores identificados más bien con la derecha se sintieron engañados y abandonaron la opción Apruebo y decidieron adherir al Rechazo. Yo mismo escribí en este espacio hace varias semanas las distintas razones que yo escuchaba de personas para votar No:
—“Así no”, “No es no”, “Sí, pero no”, “Mejor que no”, etc…
Pero ocurrió que un grupo de personajes muy visibles de la centroderecha decidió quedarse en la vereda del Sí.
Cuando uno los observa se da cuenta de que hay algo —pese a sus diferencias— que los une entrañablemente: sus ganas de ser Presidente de la República. Fíjense no más. Recorran sus nombres uno a uno. Todas las figuras de Chile Vamos que están con el Apruebo tienen aspiraciones presidenciales.
¿Esa es su razón profunda para defender en el plebiscito una opción distinta de la que parece ser la preferencia mayoritaria de su electorado?
Puede ser.
Si lo piensan bien, el único político de derecha, en toda la historia de Chile, que logró ser Presidente de la República ganando dos veces una elección popular con la mayoría absoluta de los votos se llama Sebastián Piñera. Y es posible que quienes quieren imitarlo sospechen que ese logro fue posible principalmente porque votó No en el plebiscito de 1988. Ese sería el secreto de su éxito.
Así, los que quieren conseguir esa misma corona parecen estar haciendo igual cálculo para el plebiscito de 2020.
Eso explica todo. Ese es el bichito que los picó. Ese es el virus que se les inoculó: el Virus de la Corona.
Es curable, en todo caso. Allamand, por ejemplo, superó la enfermedad sin secuelas… que sepamos.