Este policial inglés vaya sí que cumple. Ben Chanan, el escritor de “The Missing”, regresa con la típica caza del gato y el ratón, pero con una original vuelta de tuerca: la inspectora Rachel Carey (Holliday Grainger) debe resolver la desaparición de una abogada y el principal sospechoso es su cliente, un militar que acaba de ser liberado de la cárcel por un crimen que no cometió. Chaman, el creador de esta buena producción, sabe hilar los códigos del thriller y correr la cortina de una conspiración junto a la introspección necesaria en sus protagónicos: un examen de conciencias que justamente resulta coherente con la propuesta de esta miniserie de seis capítulos. Su título en inglés no solo alude a la captura policial, sino que además a la captura de imágenes, el registro de imágenes de vigilancia cuyo constante control por parte de la policía es clave y motor de la historia. ¿La razón? La serie juega con la idea de qué es real y qué no, de lo que vemos en las pantallas. Qué es objeto de manipulación y qué no. Grandes momentos, en especial los protagonizados por el supuesto culpable, Callum Turner como el Cabo Shaun Emery, hacen recomendables esta pieza muy buena de la factoría inglesa.
En StarzPlay.