Quienes suscribimos esta carta profesamos un irrestricto respeto al pueblo de Chile y un entrañable amor a la Patria.

Nos preocupa la situación actual de Chile. Hoy las manifestaciones no cesan, los heridos se suman, la violencia se mantiene. Nos duelen las violaciones a los derechos humanos y la angustia y el temor permanente que, desde hace meses, padecen nuestros compatriotas.

Los municipios fuimos vanguardia y camino. Logramos que el Gobierno y el Congreso Nacional actuaran en conjunto cuando parecía no existir voluntad de diálogo ni energía suficiente para transformar socialmente a Chile. Propusimos una ruta y realizamos una consulta nacional en la que participaron más de dos millones y medio de chilenos que expresaron con claridad los énfasis sociales y las reformas institucionales a las que debían moralmente abocarse, sin tregua, excusas ni descanso, el Presidente, ministros, senadores y diputados.

El tiempo se termina. Basta ya de discusiones inútiles; cesen la mezquindad y el egoísmo; sometan el interés individual a la voluntad mayoritaria del pueblo que los eligió como representantes.

Al Presidente de Chile solicitamos actuar con realismo y decisión y proponer soluciones estructurales y concretas que resuelvan con rapidez los problemas políticos y sociales más urgentes.

A los partidos políticos y a los líderes sociales pedimos situar en el centro de toda discusión y demanda futura a los seres humanos que habitan el territorio nacional.

A los empresarios exigimos asumir con generosidad un rol social activo y honesto que implique el fin del abuso al que han sido sometidos por décadas nuestros compatriotas.

A los diputados y senadores pedimos que discutan y aprueben con urgencia los proyectos que duermen en el Congreso Nacional y que aprobados resolverían muchas de las demandas que hoy angustian la vida de millones de chilenos. Igualmente demandamos que utilicen el tiempo legislativo para generar los acuerdos que Chile necesita y no para desgastarse en acusaciones constitucionales que solo los apartan de las urgencias que Chile les impone. Los municipios estamos a disposición de seguir generando espacios y diálogo para las soluciones que nos permitan construir un Chile más justo, sin abusos, con equidad y participación, centrando nuestra gestión en la modernización y el mejoramiento de los sistemas de transparencia y probidad.

Por favor, dejen los cálculos electorales de lado; guíense por principios y no por intereses; densifiquen la política con acciones dignas y ejemplares y hagan que los ciudadanos vuelvan a confiar en sus autoridades.

Es hora de actuar con grandeza. Chile se desangra frente a nuestros ojos. La Patria sufre por sus hijos. Es hora de un nuevo Pacto Social y de un gran Acuerdo Nacional que garantice el bienestar social de todos los habitantes de la Patria. Cada uno sabe lo que debe hacer. La historia nos juzgará.

Carolina Leitao
Alcaldesa de Peñalolén

Raúl Torrealba
Alcalde de Vitacura

Carlos Cuadrado
Alcalde de Huechuraba

Felipe Delpin
Alcalde de La Granja

Germán Codina
Alcalde de Puente Alto