En medio de esta película hay una especie de chiste: un cineasta que llega con su equipo a filmar a la isla que será duramente atacada por los japoneses en cuestión de horas. En la realidad, ese desubicado se llamaba John Ford y fue uno de los pocos cineastas de Hollywood que estuvieron en casi todos los frentes de la Segunda Guerra Mundial. El resultado de su paso por la isla fue una película de 18 minutos,
La batalla de Midway, que ganó el Oscar al Mejor Documental de 1942.
La actual es la segunda versión en gran escala de la batalla que marcó el rumbo de la guerra en el Pacífico. La anterior, también titulada
Midway, fue presentada en 1976 como segunda experiencia de la tecnología Sensurround, que hacía vibrar las butacas para simular la sensación de la batalla. Ambas cosas, la película y el Sensurround, yacen entre los trastos viejos.
Esta nueva versión se inicia con el ataque a
Pearl Harbor, en diciembre de 1941, cuando Japón quiso destruir el poder naval de Estados Unidos y consiguió que este país entrara en la guerra. En este punto se compara, de manera más bien favorable, con Pearl Harbor, que dirigió en el 2002 otro especialista en superproducciones, Michael Bay. La razón es autoevidente: los efectos especiales, que son el corazón de ambas películas, han mejorado año por año en audacia virtual.
La estructura narrativa sigue la senda de otro dinosaurio sobre el mismo tema, Tora, Tora, Tora, de 1970, que alterna la situación de los marinos y aviadores norteamericanos con la de sus adversarios japoneses, sembrando por aquí y por allá algunos toques familiares. Todo esto dura cerca de una hora. El combate de Midway, que se inició en la madrugada del 6 de junio de 1942 y envolvió a cuatro portaviones japoneses, tres estadounidenses y decenas de aviones de ambas partes, ocupa el resto del metraje.
Roland Emmerich filma como lo ha hecho con sus anteriores películas —
El día de la independencia, Godzilla, 2012, El día después de mañana—: como si fueran enormes videojuegos, dispositivos de realidad virtual fabricados precisamente para que la realidad desaparezca detrás de encuadres imposibles e imágenes manufacturadas.
Midway es la afirmación de lo que ha sido la transformación del cine desde lo que fue en tiempos del pequeño documental de John Ford, cuando la realidad entraba por el lente con todo su nervio brutal.
MIDWAY
Dirección: Roland Emmerich.
Con: Ed Skrein, Patrick Wilson, Woody Harrelson, Luke Evans, Mandy Moore.
138 minutos.