Preocupadas están las agencias de publicidad, contentas, porque los plebiscitos y la convención constitucional implican trabajo extra, pero los creativos no saben por dónde empezar.
En la franja de televisión, por ejemplo, no existe la contundente nitidez del plebiscito de 1988, y ahora la situación es confusa y enredada.
¿Será posible reunir, estética y visualmente, a José Antonio Kast y Pamela Jiles, o a Alejandro Navarro y Jacqueline van Rysselberghe, cuyas pulsiones e instintos básicos tienden hacia el No?
¿O juntar, pero ahora por la tendencia del Sí, a Joaquín Lavín, Gabriel Boric, Jaime Bellolio y Yasna Provoste?
Otra pregunta: ¿habrá espacio para los pueblos originarios en la convención?
El ejecutivo de una importante agencia aconseja: “Si los cuicos quieren llegar a ser parte de los nuevos constituyentes, deberían convertirse en pueblo originario y quizá les iría mejor, porque pertenecen a la historia profunda del país. Deben partir por meterse algunas cosas en la cabeza, como que en Chile no existen playas privadas, al menos durante el verano, porque la turba en traje de baño y polera te la encargo”.
¿Habrá cantantes y artistas por el Sí y el No? Es probable: identificamos a Alberto Plaza, Patricia Maldonado y no sabemos si a Mauricio Redolés, por el No. Y a Mon Laferte y José Alfredo Fuentes por el Sí. No sabemos dónde se ubicarán Inti-Illimani, Los Huasos Quincheros y la banda de Jorge Sharp y los 22 municipales, que acaban de renunciar a Convergencia Social.
Otro ejecutivo señala: “Una agencia de la competencia, en el non plus ultra de la transversalidad, propuso un bloque de sabios constituyentes: Carlos Cáceres, Genaro Arriagada, Rolf Lüders, Tomás Moulian, Germán Correa y Jorge Arrate. A mí la idea me pareció demasiado audaz, porque no hay que confundir: es una convención constitucional y no el Museo Británico”.
Otro creativo se pregunta: “¿Habrá que darle un segmento de la franja al Partido Comunista, remolón, en suspenso y después de los resultados apuntando a ganador, al igual que en el plebiscito de 1988? Los que apoyan el Sí, para decirlo en buen chileno, los consideran chuecos. Los del No, por su parte, la misma cosa. Si los del Sí y el No coinciden, en ese caso, el soberano, o sea el pueblo, habló: chuecos. Igual habría que darles franja, pero cortita”.
¿Debería tener conductores la franja?
Escuchemos a un creativo: “Postulo a Gonzalo de la Carrera en la franja del No, sin duda que hay rostros mejores, pero él no solo lo haría gratis, sino que pagaría por estar. Es un factor”.
Otro creativo afirma: “Postulo a Clemente Pérez por el Sí. Es cierto que en su momento, y cuando empezaba la invasión de estudiantes por el metro, hizo un mal pronóstico cuando dijo: ‘Cabros, esto no prendió'. Con una brújula tan descalibrada aún no se habría descubierto Machu Picchu o la ruta de Oregón. El mundo y el metro, sin embargo, siguen rodando. No seamos injustos, porque todos nos equivocamos, y Pérez no fue la excepción. Demos vuelta el torniquete. Sería un buen constituyente”.